Mamá, me gustaría que me pudieras abrazar, mientras estoy aquí en el suelo, muriendo…(Testimonio viviente)

Mamá, fui a una fiesta
Mamá, ayer fui a una fiesta y me acordé de lo que me dijiste. Me pediste que no bebiera alcohol, así que bebí una gaseosa y me sentí orgullosa de mi misma por haber hecho una elección saludable y seguir tu consejo. Cuando la fiesta terminó la gente se fue a sus coches a casa, aunque no estaban en condiciones de conducir. Pero yo, como no había bebido alcohol, fui a mi coche con la tranquilidad de que regresaría a casa sin problemas.
Nunca hubiera imaginado lo que me esperaba, mamá… pero ocurrió lo menos pensado. Ahora mismo estoy tirada en la carretera y oigo a un policía explicarle a otro lo que ha sucedido: “El chico que provocó este accidente iba borracho”
Mamá, su voz parecía tan lejos, tan lejos…

Estoy empapada por mi propia sangre y aunque estoy intentando con todas mis fuerzas no llorar, me resulta difícil, porque oigo los médicos que dicen “No podemos hacer nada, se va a morir…”
Fue el chico que decidió beber y conducir, pero yo ahora me estoy muriendo…
¿Porqué las personas hacen esto mamá?
Sabiendo que conduciendo alcoholizados van a arruinar su propia vida, o de los otros…
El dolor es insoportable parece que me están clavando cuchillos.
Dile a mi hermana que no se asuste y a papá que sea fuerte. Como me gustaría tenerles aquí y que me dieran un último beso…
Alguien debería haber impedido que bebiera y condujera…
Alguien debería haber dicho que no se puede beber y conducir…
Tal vez si sus padres se lo hubieran dicho, ahora no me estaría muriendo…
Me cuesta mucho respirar, mamá tengo mucho miedo…
Se me escapa la vida y me siento tan desesperada…
Mamá, me gustaría que me pudieras abrazar, mientras estoy aquí en el suelo, muriendo…
Me gustaría decir que te quiero, mamá…
No puedo más, mamá, te quiero…adiós.
Estas palabras fueron escritas por un periodista que presenció el accidente en el año 1997 y que anotó las palabras que la joven, mientras agonizaba, iba diciendo. Comparte este mensaje, con tus hijos y familiares  tal vez tengas la oportunidad de concienciar a tus amigos. Y nunca pienses que las cosas malas y terribles solo les suceden a los demás. Cuando conduces bajo los efectos del alcohol, lejos  de la voluntad de Dios tu vehículo se convierte en una poderosa arma mortal.
“Dios tiene un propósito en tu vida, no la interrumpas hay mucho por hacer, por descubrir, por disfrutar. Tu vida como la de los demás es un tesoro que te ha sido confiado. No es tuya, no te pertenece. Cuídala, porque tiene que durarte, toda la vida”