El Elíseo ha confirmado la muerte del yihadista en la operación policial, después de que éste saltara por la ventana del piso en el que permanecía atrincherado. No obstante, su muerte no se debió al salto, dado que la casa es una planta baja. El fiscal jefe de París, François Molins, ha precisado que Merah murió de un disparo en la cabeza efectuado por un francotirador y ha añadido que el asesino grabó los tres ataques y los llegó a subir a Internet.
Poco más tarde de las 10.00 horas, un total de 15 agentes se acercaron al apartamento del yihadista. Algunos se quedaron fuera -vigilando puerta y ventanas- y el resto recorrió habitación por habitación, identificándose.
El homicida se mantenía al fondo, en silencio, atrincherado en el cuarto de baño. Cuando los agentes llegaron a esta estancia, el joven salió y les disparó con un rifle de asalto. A continuación, se acercó al balcón y disparó. Siguió corriendo por el salón disparando y saltó por la ventana mientras no cesaba de apretar el gatillo. Inmediatamente, murió.
Doble personalidad: cortés y agresivo
"Fue como un videojuego", ha declarado Didier Durant, portavoz del sindicato de la policía de Toulouse, quien ha insistido en detallar que "el personaje tenía una personalidad sorprendente, doble: cortés a nivel social y luego muy agresivo. No tenía el perfil de un fundamentalista".Dos agentes del cuerpo de elite de la policía RAID, que se encargaron de la operación, comentaron al final del suceso, contemplándose sus chalecos antibalas llenos de impactos: "Nos ha disparado como a conejos. Luego, contaremos los impactos de bala". El propio asesino iba ataviado también con un chaleco antibalas.
Según ha explicado el fiscal Molins, el asesino había grabado con una cámara colgada al cuello los crímenes que se le atribuyen, cuyas imágenes fueron visionadas anoche por la policía.
En ellas se puede ver cómo en el primer asesinato, el de un militar del regimiento de paracaidistas ocurrido en Toulouse el pasado 11 de marzo, le dijo a su víctima: "Tú matas a mis hermanos, yo te mato a ti".
Esta misma mañana, el ministro del Interior francés, Claude Guéant, llegó a sugerir que el yihadista se habría suicidado, de ahí que la policía hiciera tres detonaciones en su piso para entrar con precaución, temerosos de que hubiera alguna bomba trampa. El abogado de Mohamed Merah ha afirmado que "su muerte es un resultado lógico de la estrategia de la policía".
La policía francesa desarrolló durante toda la noche una nueva fase de la operación para detener al presunto autor de la muerte de siete personas en los últimos diez días en las localidades francesas de Toulouse y Montauban. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no sabían nada de él, desde las 22.45, cuando sus últimas palabras fueron: "Quiero morir con las armas en la mano".
Intimidación y desgaste
A las 23.00 horas de ayer miércoles, las fuerzas de seguridad trataron de intimidar al supuesto responsable de los asesinatos, Mohamed Merah, detonando cuatro artefactos en la zona. Una hora y media más tarde, se volvieron a escuchar otras tres explosiones en el área vigilada; el estruendo de las dos primeras fue más débil, mientras que el sonido de la tercera resultó igual de intenso que las anteriores.El objetivo de estas detonaciones, según el Ministerio del Interior, era intimidar a Merah y hacer que se rindiera tras más de 24 horas atrincherado en su domicilio. Interior reconoció que no "quería correr riesgos" y que estaba adoptando una estrategia de presión y desgaste a la espera de que se entregase.
El experto en Defensa Jean-Paul Ney, consultado por la cadena 'BFM', ratificó que las autoridades optaron por dar prioridad a la prudencia y desencadenar contra el asesino confeso una "auténtica guerra psicológica" para agotarle mentalmente.
Más de 24 horas atrincherado
El supuesto criminal estuvo fuertemente armado en su domicilio, situado en un edifico de cinco pisos, que fue evacuado poco después del inicio de la operación y que se encontraba rodeado por agentes de los cuerpos de élite de la policía francesa. Las autoridades también cortaron el gas y la electricidad en todo el barrio donde se encontraba atrincherado.Merah, de 23 años y empleado de un taller mecánico, fue localizado en la madrugada del martes al miércoles a tan sólo tres kilómetros del colegio judío Ozar Hatorah, el objetivo de su último atentado, llevado a cabo el pasado lunes. Según indicaron las autoridades, el criminal, durante el cerco, llegó a asegurar que se rendiría hasta en tres ocaciones.
Según el fiscal Molins, el terrorista "se enorgulleció" de lo que hizo y sólo se arrepintió de no haber causado más muertes. De hecho, ayer por la tarde, el fiscal jefe de París, François Molins, indicó que el 'asesino de la moto' quería matar ayer mismo, miércoles, a un militar "a la salida de su domicilio", y además "tenía otros proyectos criminales", como acabar con la vida de dos policías que ya tenía localizados.
Este jueves 'The Wall Street Journal' también señaló que Merah estaba en una lista del FBI que le impedía volar a Estados Unidos por estar clasificado como presunto terrorista.
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