Los heridos quedaron en condición crítica y fueron trasladados a cuatro hospitales de la región, dijo Ilallah.
Mientras los socorristas –incluyendo personal de la Cruz Roja y miembros de la defensa civil- respondieron a la explosión, “jóvenes cristianos enfurecidos empezaron a golpear a nuestro equipo y como resultado rompieron el vidrio lateral de nuestra ambulancia que estaba en el lugar prestando servicio”, dijo.
El presidente nigeriano Goodluck Jonathan condenó el ataque, diciendo que era “barbárico, cruel e innecesario”.
Numerosas personas han sido asesinadas en explosiones contra iglesias en el país en los últimos años.
El grupo islamista Boko Haram ha asumido se ha atribuido la responsabilidad por ataques a iglesias que han dejado decenas de muertos.
“Nuestros esfuerzos para enfrentar todos los ataques terroristas y la violencia sólo se redoblarán en tanto las agencias de seguridad siguen recibiendo que necesitan de parte del Gobierno para revertir esta desafortunada e inaceptable tendencia que amenaza la paz y la estabilidad de nuestra nación”, dijo Jonathan en un comunicado.
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