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LA GENERACIÓN QUE VEA ESTABLECERSE EL REINO MILENIAL

SOBRE LA GENERACIÓN QUE VEA ESTABLECERSE EL REINO MILENIAL

(Lucas 21: 25-32) “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.  Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. DE CIERTO OS DIGO, QUE NO PASARÁ ESTA GENERACIÓN HASTA QUE TODO ESTO ACONTEZCA”.
El Señor Jesús, se dirigía a los judíos, no a la iglesia (que todavía no existía como tal), y se refiere aquí, hablando a sus discípulos, a los judíos que vivirán en el tiempo aún futuro de la Gran Tribulación.
Al respecto, les da a conocer una parábola, es decir, un ejemplo, un ejemplo que nos da la naturaleza: “Mirad la higuera y todos los árboles…” (V. 29). Después de un largo invierno, los árboles en la primavera empiezan a brotar de nuevo, y por tanto, es señal que el verano se aproxima. Esto es sólo lo que es, una manera de hacer entender lo que a continuación les dice: “Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios” (V. 31)
¿A qué cosas se refiere? Obviamente a las que acaba de comentar y que hemos leído arriba; las propias del final de la Gran Tribulación que han de venir sobre esta tierra (Vv. 25, 26).
Cuando esas cosas aludidas (que jamás han ocurrido tal y como ocurrirán en ese tiempo), empiecen a ocurrir, será como los árboles que empiezan a brotar en primavera anunciado la pronta aparición del verano; en este caso, la venida del reino milenial, previa venida del Rey.
Apostilla diciendo que la generación que vea esas cosas ocurrir, será la que verá la venida del Rey de reyes en gloria, y el reino establecerse en esta tierra. Ese es el sentido de la frase: “…no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”.
Por otra parte, todo esto nada tiene que ver con el Arrebatamiento de la Iglesia, ni con la Iglesia en sí, ya que ésta habrá sido arrebatada antes, justo para que todas esas cosas citadas, y las anteriores del capítulo se puedan cumplir, siempre a partir del cumplimiento del tiempo de los gentiles (V. 24)
Recordemos que el Señor se dirige a los judíos, no a la Iglesia en todo esto.
Seguimos.
(Lucas 21: 34-38) “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos. Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo”.
El arminianismo y similar se ha aprovechado de este texto para conferir miedo a sus seguidores de que podrían “perder su salvación”, si ese día les agarra de improvisto… pero, realmente, ¿A qué, y a quién se estaba refiriendo el Señor Jesús cuando dijo estas palabras?
Sin menoscabo del hecho de que todo hijo de Dios debe ocuparse en su salvación con temor y temblor (Fil. 2: 12), lo que implica crecimiento en santidad experimental, las palabras del Señor, no van dirigidas a los miembros de la Iglesia, los cuales han sido declarados santos, y por tanto, jamás pueden ellos perder lo que Dios les ha otorgado en Cristo en materia de salvación, sino que, como ya venimos diciendo, y que va en el contexto de este capítulo, van dirigidas concretamente a los judíos que vivirán después del tiempo de la Iglesia, cuando el tiempo de los gentiles se haya cumplido (V. 24), en el tiempo de la Gran Tribulación, previo a la venida gloriosa Suya, como hemos leído.
Es a los judíos del tiempo futuro de la Gran Tribulación, que el Señor les dice: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”. La Iglesia ya hará algunos años que habrá partido al cielo, a raíz del cumplimiento del tiempo de los gentiles (Lc. 21: 24; Romanos 11: 25)//

CUANDO SE PRODUZCA LA VENIDA DE CRISTO, LA IGLESIA YA ESTARÁ EN EL REPOSO

(Contexto: 2 Ts. 1: 6-12)
(Vv. 6-8) “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo”
En este párrafo de la Escritura, el Autor pretende que entendamos acerca de la responsabilidad humana mediante el justo juicio de Dios. Los que atribulan, serán atribulados, y los atribulados gozarán de reposo, todo en su debido tiempo.
Esa aludida manifestación del Señor Jesús, no se corresponde con el Arrebatamiento de la iglesia (1 Ts. 4: 17), sino con la venida gloriosa, Su segunda venida.
La intención del mensaje paulino aquí es en cuanto al contraste entre ser atribulados unos y otros no, y viceversa (justos e impíos); por tanto, no es que Pablo está diciendo - como algunos enseñan - que el Arrebatamiento de los creyentes se efectúa en la venida gloriosa de Cristo, sino que en el momento de esa venida en gloria, nosotros, los que hemos sido atribulados siempre en este mundo hostil y enemigo de Dios, por generaciones, ya estaremos gozando de aquel reposo duradero, mientras que los impíos sufrirán castigo. Eso es todo.
Nosotros creemos que el Arrebatamiento de la Iglesia (1 Ts.4: 17) se producirá antes del tiempo de la venida del Señor en gloria, y que en ese tiempo, ya estaremos gozando del reposo aludido. por el pastor Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España.

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