Según el
Ministerio de Transporte de Japón, las gigantescas olas de hasta trece metros
que destrozaron pueblos de la costa ocasionaron daños en puntos mucho más
remotos por la subida del caudal de varios ríos.
El poderoso
tsunami destrozó pueblos en la costa este de las provincias de Aomori, Iwate,
Miyagi y Fukushima, las más afectadas y las que engrosan el mayor número de
los* más de 11.000 muertos* y más de 17.258
desaparecidos confirmados del desastre.
En la localidad
de Higashi-Matsushima, en Miyagi, el 63% de su territorio fue arrasado por el
tsunami, mientras la mitad de Otsuchi, en Iwate, sufrió la embestida de las
olas.
A continuación les
mostramos el documental y un nuevo video de cámaras de seguridad que captaron
la poderosa destrucción que dejo a su paso.
¿Será que fue un castigo de Dios
o alguna lección al mundo oh una advertencia a la Iglesia?
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