Resulta que mi novia y yo tenemos ya dos años juntos, y en el transcurso de ese tiempo hemos tenido millones de roces y contactos físicos, y los dos tenemos ganas de tener relaciones sexuales, pero tenemos temor por que la palabra de Dios ve como pecado mantenerlas antes del matrimonio, e igual ella y su familia son muy Cristianas (vamos a cultos y juntos, ofrecemos charlas y ayudamos a los Jovenes en todo lo que podemos).
¿Cómo resistir a esta tentación? ¿Cómo poder satisfacer estas necesidades físicas que ambos poseemos sin incurrir en pecado? ¿Concentrar toda esa energía en otra cosa? Yo soy estudiante de leyes y ella una diseñadora muy talentosa.Se les pide por favor me esciban:
Saludos aca te dejamos Varias Lecciones Biblicas sobre Comprendiendo el deseo Sexual
El impulso sexual no es pecaminoso, pero Dios nos dice que debemos controlar ese deseo. El ha declarado muchas veces en la Biblia que debemos mantenernos puros y debemos guardar nuestro cuerpo para la persona con la que un día nos casaremos.
El impulso sexual se puede comparar al hambre. No es pecado tener hambre, pero sí es pecado robar comida para satisfacer nuestra hambre. De la misma manera, el impulso sexual en sí mismo no es pecado, pero sí es pecado si satisfacemos ese deseo de la manera equivocada.
El impulso sexual como lo planeó Dios
Dios creó todos los seres vivientes con la capacidad de reproducirse. Los animales tienen un impulso sexual poderoso que une al macho y a la hembra para el coito. Sin embargo, en el caso de los animales, el impulso sexual es en ciertas temporadas. La hembra sólo recibe al macho durante el tiempo en que ella está en celo. El resto del tiempo, ella no tiene interés alguno en el coito. Aparentemente, en el caso de los animales, Dios diseñó el impulso sexual sólo con el propósito de la reproducción.Con los seres humanos es diferente. Dios nos dio el deseo sexual tanto como el medio para la reproducción como un medio por el cual el esposo y la esposa pueden expresarse de manera más completa su amor el uno por el otro.
En realidad, hay varias maneras en que Dios nos pudo haber creado. El nos pudo haber hecho con un impulso sexual sólo en ciertas temporadas, como en el caso de los animales, pero eso sólo nos hubiera permitido disfrutar poco de las relaciones sexuales. También nos pudo haber creado con un deseo sexual constante, pero eso hubiera hecho que la vida fuera casi intolerable.
Dios tenía algo mejor para nosotros que cualquiera de estas dos alternativas. El nos creó con un deseo sexual potencial que puede ser activado al ser estimulado.
Esto significa que un esposo y una esposa pueden vivir juntos sin ser controlados por sus apetitos sexuales. Pero pueden, en el momento oportuno, estimular el deseo sexual el uno al otro.
Dentro del matrimonio, el fuerte deseo sexual que surge cuando se estimulan el esposo y la esposa se puede satisfacer legítimamente a través de las relaciones sexuales. Así lo diseñó Dios.
Pero estos mismos deseos y pasiones fuertes se pueden estimular fuera del matrimonio. Sin embargo, en ese caso, no hay ninguna solución legítima para esos deseos estimulados. Detenerse sin consumar las relaciones sexuales produce frustración, y cumplir el acto es fornicación—uno de los pecados más dañinos que puede cometer un joven. Es por eso que la Biblia nos advierte que fuera del matrimonio no debemos estimular el deseo sexual que es tan fuerte.
Podemos comparar el deseo sexual con una caldera de vapor. Cuando se activa un fuego en la caldera, el agua que está adentro se convierte en vapor. Este vapor está bajo una presión tremenda, pero viene provista de un escape apropiado. El vapor es utilizado para impulsar una turbina que produce electricidad. Sin embargo, si uno enciende un fuego en una caldera que no tiene un escape seguro para el vapor, la caldera explotará.
Las relaciones sexuales son un hermoso regalo de Dios, pero no debes encender el fuego de la pasión sexual al menos que tengas una válvula de seguridad apropiada para la tremenda presión física y emocional que resultará. La única válvula apropiada que acepta la Biblia es el matrimonio. Fuera del matrimonio, es malo estimular el deseo sexual.
Los varones son estimulados visualmente
Todos nuestros sentidos juegan un papel en la estimulación sexual, pero hay una diferencia en la manera en que los muchachos y las muchachas reaccionan. Las muchachas son estimuladas principalmente por las caricias, pero los muchachos son estimulados tanto por lo que ven como por lo que tocan.Una muchacha que lleva puesta ropa ajustada, una blusa escotada, o una minifalda puede excitar sexualmente a un muchacho. Algunas muchachas saben eso muy bien. Saben exactamente cómo vestirse, cómo caminar, cómo sentarse y cómo moverse para estimular a los muchachos. Esto es malo, porque causa que los muchachos piensen cosas pecaminosas.
Las muchachas algunas veces tratan de justificarse diciendo: "Si los muchachos no tuvieran mentes sucias, no pensarían esas cosas". Pero la Biblia nos enseña que si nosotros hacemos que otro peque, nosotros también estamos pecando.
Ver cuadros o fotografías lujuriosas, leer revistas diseñadas para producir lujuria, escuchar música con ritmo y palabras diseñadas para producir lujuria e ir al cine para ver películas llenas de escenas de lujuria—todas éstas son cosas que "encienden el fuego" de la lujuria sexual y de la pasión. La Biblia nos advierte en contra de eso. La Palabra de Dios dice:
Romanos 13:14
Tener relaciones sexuales nunca es una emergencia
Al tratar de comprender el deseo sexual, los jóvenes deben saber que sí pueden decirle no al impulso sexual sin sufrir ningún daño en absoluto. El deseo sexual es distinto al hambre porque uno no puede sobrevivir mucho tiempo sin comer, pero sí puede vivir indefinidamente sin satisfacer el impulso sexual y no sufrir daño alguno. Sin lugar a dudas, las relaciones sexuales son importantes, pero no son esenciales para poder disfrutar la vida. Muchas personas viven toda su vida sin relaciones sexuales, y aun así tienen vidas llenas y felices.Algunas veces un muchacho se excita tanto a través de las caricias y otras formas de estímulo que le dice a su novia: "Ya hemos llegado hasta aquí, ¡tienes que permitirme tener relaciones sexuales contigo!" Por la forma en que lo dice, parece que algo terrible le va a suceder si ella no cede, pero eso no es cierto. Si no tienen relaciones sexuales, él no sufrirá ningún daño en absoluto. Sin embargo, no es sabio permitir que las cosas lleguen a tal punto en primer lugar.
Una palabra especial para los muchachos: El adolescente tiene deseos sexuales muy fuertes al ir madurando. Su cuerpo está produciendo miles y miles de espermatozoides. Estos espermas se acumulan en su cuerpo. Si no es casado y vive una vida de pureza, habrá momentos en que su "almacén" se llene demasiado. Dios ha diseñado el cuerpo humano para que cuando esto suceda, el exceso de semen se escape durante el sueño. Esto se conoce como emisión nocturna o sueño mojado. Esto es perfectamente normal para un joven, y no tiene por qué sentir vergüenza. Más bien, debe ser un motivo de acción de gracias al Señor por el alivio que se siente.
Lo que Jesús dijo en cuanto a la lujuria
El Señor Jesús dijo unas cosas muy fuertes en cuanto al asunto de la lujuria. Jesús dijo:David fue un gran hombre de Dios. Escribió muchos Salmos. Fue el rey más grande que tuvo jamás la nación de Israel. Pero David permitió que la lujuria lo venciera y cometió dos de los peores pecados que puede cometer una persona.
La Biblia nos dice exactamente cómo sucedió eso. Una noche, David estaba caminando en la azotea de su palacio cuando vio abajo a una mujer hermosa que se bañaba. Algunas veces uno no puede evitar ver algo por el primer instante, pero David siguió mirando hasta que el fuego de la pasión estaba ardiendo en su corazón. El mandó a traer a Betsabé, y cometió adulterio con ella.
Después de un tiempo, Betsabé mandó a decirle a David que estaba embarazada. Puesto que el esposo de Betsabé había estado lejos con sus obligaciones militares por algún tiempo, David se dio cuenta que su pecado de adulterio pronto quedaría expuesto.
Para poder cubrir su pecado y a la vez tener la oportunidad de casarse con Betsabé, David hizo arreglos para que el esposo de Betsabé fuera muerto. Luego, se casó con ella.
Aparentemente había escondido bien sus pecados de adulterio y asesinato, pero la Biblia dice que "esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová".
Dios envió al profeta Natán para confrontar a David con su pecado de adulterio y asesinato. David se arrepintió de corazón por sus pecados, y los confesó a Dios. David oró:
El hijo que le nació a Betsabé murió. Amnón, otro hijo de David, violó a su media hermana, Tamar. Absalón asesinó a Amnón. Más adelante Absalón también dirigió una rebelión en contra de su padre y fue muerto en la batalla. Estas fueron las terribles consecuencias del pecado de David.
A través de este relato del gran pecado de David, podemos aprender dos lecciones importantes:
Quizás tú digas: "Pero eso no me sucederá a mí". ¡Pero sí te puede suceder! David era un gigante espiritual, pero ni siquiera él fue suficientemente fuerte para vencer su lujuria una vez que había permitido que su pasión se estimulara. Tampoco tú podrás vencer tu lujuria si permites que ésta se estimule. Nadie puede continuamente buscar y permitir la excitación sexual sin caer en pecado.
Los Mandamientos de Dios con referencia a las relaciones sexuales
Para proteger el maravilloso don de las relaciones sexuales, Dios nos ha dado ciertos mandamientos. Consideremos algunos de ellos.-
No causes que otros pequen.
-
No permitas que otros te hagan pecar.
2 Pedro 2:19
-
Evita la fornicación.
1 Corintios 6:13,18
-
Evita los deseos sexuales anormales.
-
No coquetees.
-
Manténte puro.
-
No des ni tomes lo que un día le podría pertenecer por derecho
a otra persona.
-
Evita las cosas que encienden la lujuria.
Supongamos que un muchacho tenga compromiso para salir con una chica en la noche. Antes de ir por ella, lee una revista que está diseñada para producir lujuria. Mira las fotografías que estimulan su deseo sexual. Escucha un cassette que tiene palabras y un ritmo que producen lujuria. Pasa por su novia y la lleva al cine. ¿Adivina qué clase de película la llevará a ver?—Una llena de lujuria, diseñada para excitar las pasiones sexuales. ¿Está huyendo de las pasiones juveniles ese joven? No, más bien las está promoviendo.
Después de la película, se van a un parque solitario. Ambos han sido excitados por lo que han visto y escuchado. Empiezan a acariciarse y dentro de poco tiempo están involucrados en relaciones sexuales. ¿Deben sorprenderse por eso? No, no deben sorprenderse. Es el resultado lógico de todo lo que sucedió antes. La Biblia dice:
Las relaciones sexuales son un don maravilloso de Dios
Las relaciones sexuales son un don maravilloso de un Dios amoroso. Dan vigor al matrimonio y sabor a la vida. Son una experiencia tan excitante que permiten que el esposo y la esposa verdaderamente sean uno solo. La Biblia dice:Dios ha bendecido las relaciones sexuales dentro del matrimonio. En Su Palabra Dios dice:
Suponiendo que llegues a estar casado por cincuenta años, tu línea del tiempo se parecerá al dibujo de abajo.
Supongamos que un tío rico te prometiera un regalo de diez mil pesos cuando cumplieras tus dieciocho años. Además, supongamos que cuando te los diera, te animara a gastar el dinero con cuidado prometiendo que la cantidad que aún tuvieras ahorrada al cumplir los 21 años ¡te la daría mensualmente por el resto de tu vida!
Con una promesa como esa, serías un joven sabio al no gastar tu dinero en tonterías. Más bien, esperarías el tiempo en que obtendrías más por más tiempo.
Esto se aplica al don maravilloso de las relaciones sexuales. Puedes "gastarlo todo" en el placer momentáneo y cosechar amargura por tu pecado, o puedes esperar el tiempo correcto y disfrutarlas al máximo por el período de tiempo más largo posible.
Para resumir lo que estamos diciendo: No debes sacrificar los beneficios a largo plazo de las relaciones sexuales a cambio del placer momentáneo de la excitación sexual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario