Miles de católicos, protestantes, anglicanos y ortodoxos mueren perseguidos por su fe.
La muerte de al menos 40 personas, el miércoles,
en
un atentado con carro bomba cerca de una iglesia de Bagdad tiñó de luto
la celebración de la Navidad de los cristianos en Irak. En el
aeropuerto de Bangui, en la República Centroafricana, cientos de
desplazados cristianos trataban esta semana de huir de la violencia
religiosa.
La Navidad este año llegó marcada de tristeza para muchos cristianos
sirios que han huido de sus hogares por la guerra y que ahora viven en
el Líbano, donde buscan consuelo junto a otros fieles frente a las
estrecheces y la nostalgia de tiempos pasados.
En Siria, Nigeria
y Pakistán, los cristianos han sido amenazados en forma colectiva, y en
China fueron detenidos varios pastores.