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La Gran Batalla de Armagedon Gog y Magog.

Y vĆ­ salir de la boca del dragĆ³n, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espĆ­ritus inmundos a manera de ranas; pues son espĆ­ritus de demonios, que hacen seƱales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran dĆ­a del Dios Todopoderoso. He aquĆ­, yo vengo como ladrĆ³n. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergĆ¼enza. Y los reuniĆ³ en el lugar que en hebreo se llama Armagedon. 
Apocalipsis 16:13-16.

El Conflicto entre Israel y Palestina: Una perspectiva histĆ³rica

El 27 de Octubre de 1994, en un discurso pronunciado en la KnĆ©sset o Parlamento israelĆ­, el entonces presidente de EUA, Bill Clinton, citĆ³ las siguientes palabras que un pastor le dirigiĆ³ a Ć©l antes de llegar a la presidencia: “Si tu abandonas a Israel, Dios nunca te lo perdonarĆ”… Es la voluntad de Dios que Israel, el hogar bĆ­blico del pueblo de Israel, continĆŗe por siempre y siempre”.
Y luego concluyĆ³ su discurso con estas palabras: “Hasta que alcancemos una paz comprensiva en el Medio Oriente y despuĆ©s de que esa paz comprensiva sea alcanzada…, sepan esto: Vuestra travesĆ­a es nuestra travesĆ­a, y AmĆ©rica permanecerĆ” a vuestro lado hoy y siempre”. Independientemente del propĆ³sito polĆ­tico que pueda haber detrĆ”s de estas palabras, hay tres aseveraciones aquĆ­ que no

Tremenda controversia genera oraciĆ³n de una funcionaria que pone a ChĆ”vez como el “padre nuestro”

MarĆ­a Estrella Uribe, que asistiĆ³ al III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela celebrado el lunes en Caracas, decidiĆ³ cambiar el conocido rezo “Padre Nuestro” y decir “ChĆ”vez nuestro que estĆ”s en los cielos, en el mar, en la tierra y en nosotros los delegados…”.
La oraciĆ³n continuĆ³: “santificado sea tu nombre, venga nosotros tu legado para llevarlos a los pueblos… danos hoy tu luz para que nos guĆ­e todos los dĆ­as y no nos dejes caer en la tentaciĆ³n del capitalismo mĆ”s libranos de la maldad, oligarquĆ­a y el delito del contrabando, por los siglos de los siglos amĆ©n”.
Al finalizar la controversial oraciĆ³n los chavistas que estaban entre el pĆŗblico gritaron al unĆ­sono “viva ChĆ”vez”:

 
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