Los miembros de esta religión creen que la Biblia prohíbe las transfusiones de sangre y que someterse a una es pecado.
Los testigos de Jehová que se encuentran frente a la necesidad de recibir una transfusión de sangre no están en condiciones de rechazar tales tratamientos de forma libre y contando con una adecuada y verídica información, informa la cadena CBC News citando a varios exfieles de esa religión.
En el 2002, Bethany Hughes, una adolescente de 16 años fue el foco de una batalla judicial en Canadá, debido a su rechazo a recibir transfusiones de sangre tras ser diagnosticada con leucemia. “Los años de intenso adoctrinamiento, asistiendo a cinco o más reuniones semanales, junto con una influencia, presión y coerción indebidas, privan a un testigo de Jehová de la libre elección”, afirma Lawrence Hughes, un extestigo y padre de Bethany.