Liliana tiene 23 años, estudia psicología en la
universidad y lleva una vida más o menos común y corriente. Excepto que
-según un sacerdote que le es cercano- tiene cuatro demonios que
atormentan su alma.
Esto porque, cuando va a una iglesia, Liliana a
veces termina pareciéndose al personaje de Linda Blair en la emblemática
película "El Exorcista".
Gruñe, se sacude, habla en idiomas diferentes al castellano, grita o
insulta al sacerdote. Una forma de actuar que, como pudo presenciar BBC
Mundo, inquieta y genera escalofríos. Pero a la vez genera cierto
escepticismo frente a lo que la Iglesia católica históricamente ha
llamado posesión.
Irónicamente, Liliana tiene suerte. Hay un
exorcista disponible que ha aceptado tratar su caso, al definirlo como
"una opresión del demonio".
Esta es una realidad hoy en día en México: la
demanda de exorcismos se ha disparado de tal manera que incluso hay
exorcistas que no están recibiendo casos nuevos.
Para muchos dentro de la Iglesia católica, el país está bajo ataque de Satanás, el demonio, El Maligno o simplemente el diablo