Amigos lectores, tengan cuidado de cómo piensan, qué dicen y qué costumbres morales y religiosas practican. Estos son los dogmas que el poder homosexual va imponiendo:
1.-La homosexualidad es algo normal y saludable. Por lo tanto todo aquel que considere la práctica homosexual como un acto contra la naturaleza, un desorden moral, una grave alteración de la personalidad o una enfermedad que puede y debe recibir tratamiento psicológico, es un enemigo público y debe ser castigado.
2.- Insistir en que sólo hay dos sexos inalterables, genéticamente distintos desde el cigoto --hombre (XY) y mujer (XX)-- es herejÃa peligrosa porque atenta contra el
género y toda su construcción polÃtica, económica y legal.
3.- Usted puede mostrar rechazo de palabra o de obra contra fumadores, alcohólicos, drogadictos o vagabundos y, dentro de ciertos lÃmites, también puede mostrar desagrado, antipatÃa, o burlarse de europeos, africanos, asiáticos o latinoamericanos, pero siempre que no sean gays, lesbianas, bisexuales o transexuales, porque eso es grave delito de homofobia. Puede odiar a los musulmanes pero aténgase a las consecuencias explosivas. Puede odiar y burlarse de los católicos, en privado o públicamente, incluyendo blasfemias, groserÃas o invadir y ensuciar sus templos, porque nadie les castigará.