Los primeros equipos de militares estadounidenses han llegado esta
madrugada a la Base Aérea de Incirlik, situada en el sur de Turquía para
ayudar a instalar los
misiles antiaéreos de largo alcance Patriot, en
el marco de la operación de la OTAN Anatolian Protector. Su objetivo es
proteger al país de posibles ataques aéreos desde Siria, según asegura
la embajada de EEUU en Ankara. La prensa turca ya ha dado por seguro que
las baterías se instalarán en las provincias de Adana, Gaziantep y
Kahramanmaras,
a lo largo de la frontera con Siria.
En
los próximos días seguirán enviando hasta 400 efectivos para desplegar
"dos baterías de Patriot, mientras que durante el mes en curso se
recibirán equipos adicionales por vía marítima", así lo adelanta el
comunicado de la embajada. Los Patriot tendrán la misión de
interceptar y destruir misiles enemigos, aunque también poseen la capacidad de ser empleado contra aviones.
Además de
Estados Unidos, Alemania y Países Bajos
también enviarán en total seis baterías de estos sistemas de defensa.
Las baterías holandesas serán instaladas en Adana, la quinta ciudad
turca más poblada, que se encuentra a 100 kilómetros de la frontera con
Siria; y las alemanas, en el núcleo urbano de Gaziantep a
60 kilómetros del límite sirio, donde viven más de un millón y medio de turcos.
"Serán usados como medida disuasoria y defensiva"
Por su parte, Ankara ha recordado reiteradamente que se trata de un arma únicamente defensiva, que protegerá a Turquía
contra potenciales ataques sirios,
pero que no se utilizará para intervenir en el conflicto del país
árabe. "Turquía es un importante aliado de la OTAN y agradecemos la
oportunidad de responder a la solicitud del Gobierno turco de acuerdo
con los planes de defensa de la OTAN", ha explicado el segundo jefe del
Mando de las fuerzas estadounidenses en Europa, el vicealmirante de la
Marina estadounidense Charles Martoglio.
El oficial norteamericano ha subrayado que las baterías Patriot pasarán a estar
bajo mando de la OTAN cuando
se complete su instalación y los sistemas estarán preparados para
operar en las próximas semanas. Asímismo, la OTAN ha dejado claro que
este armamento tendrá sólo uso defensivo y no para apoyar la imposición
de una zona de exclusión aérea o cualquier otra operación ofensiva.