El pastor general del Tabernáculo de Avivamiento Internacional (TAI),
Carlos Rivas, se muestra crítico del proceso de pacificación iniciado
con la tregua entre pandillas. El Pastor lo calificó como un proceso
"poco transparente del cual que no se ha dicho la verdad sobre sus
alcances". Estas declaraciones las dio luego que a finales de esta
semana dos iglesias evangélicas -Del Camino y Betania- se sumaron en un
acto religioso en Apopa al proceso de la segunda fase de la tregua.
Carlos Rivas, pastor general del Tabernáculo de Avivamiento
Internacional (TAI) se muestra como detractor de la tregua entre
pandillas. Califica el proceso como "poco transparente" y se muestra
escéptico ante la posibilidad que la iglesia que dirige se sume a los
esfuerzos en la segunda fase del proceso.
Luego que a finales de esta semana dos iglesias evangélicas -Del
Camino y Betania- participaran de un acto religioso en Apopa, Rivas
detalló que su iglesia continuará trabajando de forma independiente en
la reinserción de jóvenes pandilleros, con o sin la tregua.
¿Participarán en la segunda fase de la tregua entre pandillas?
No estamos involucrados en esta segunda fase de la tregua, ni en la primera, porque tenemos más preguntas que respuestas.
Nosotros no participamos en esta tregua porque la misma conferencia
episcopal y el arzobispo de San Salvador tienen sus dudas sobre la
participación del obispo que ha puesto frente al proceso. Creemos que se
debe de trabajar en un proceso en que se vean claras las cosas, hay una
nebulosa, hay más preguntas que respuestas, hay una serie de
contradicciones, no es una tregua, es una negociación entre las
pandillas y el gobierno.
Pero la tregua ha demostrado resultados positivos como la reducción de homicidios. Es un logro de este proceso...
Valoramos que hayan disminución de homicidios, ojalá y los
homicidios se erradicaran por completo y las extorsiones también, pero
no vaya a ser que la medicina nos salga más cara que la enfermedad,
después puede venir otra vez el accionar delincuencial
Esto nos lleva a que busquemos las verdaderas causas de la
violencia en El Salvador y que esas causas sean las que nosotros
respetemos. En nuestro criterio existen cinco causas que son las más
fundamentales: el tipo de sistema que tenemos, la falta de valores y
principios, la falta de oportunidades para la juventud, promoción de la
violencia de los medios de comunicación a través de su programación y la
desintegración de la familia.
Cuando ataquemos esas causas vamos a resolver los problemas de violencia de El Salvador.
Su iglesia mantiene programas de reinserción de pandilleros
¿Se ha abordado con estos grupos el tema de la tregua entre pandillas?
No hemos abordado en tema entre pandillas. En nuestro trabajo
diario con estas organizaciones no tocamos este tema, ese es un acuerdo
entre ellos y el gobierno, nosotros estamos interesados en la conversión
de las personas, en la evangelización, en atender a sus familias y
seguimos realizando el trabajo que hemos venido haciendo desde antes de
la tregua entre pandillas.
Entonces ¿no confía en la tregua entre pandillas?
Hay una gran falta de falta transparencia. Dicen que el religioso
llegó al proceso cuando ya todo estaba montado, solo para limpiarle la
cara al gobierno, el enfoque es que todos resolvamos el problema de la
violencia entre toda la población salvadoreña.
¿Considera que el gobierno hace un papel de facilitador pero hace suyos los logros de la tregua?
La tregua nació como una iniciativa de parte del Ministro de
Justicia y Seguridad, David Munguía Payés, la tregua nació en el
despacho del señor ministro, fue un intercambio entre las pandillas y
él.
Sacar el ejército de los centros penales, la derogación de Ley de
Proscripción de Pandillas, el control de territorios, entre otros
acuerdos.
Si seguimos en esta lógica que no nos quede duda que más adelante
pedirán ser reconocidos como un partido político y que les den
participación en las distintas instancias del Estado, eso es un mal
precedente, ya que después nos tocaría negociar con narcotraficantes y
con cualquier grupo que viva al margen de la ley y le doble la mano al
gobierno.
Se está enviando un mal mensaje para la población, prueba de ello
es que Guatemala y Honduras han desconfiado del proceso y dicen que
estamos locos por estar jugando con los pandilleros, como se está
haciendo en El Salvador.
¿Qué le parece la designación de municipios santuarios?
Un santuario es un lugar de adoración, usar ese nombre en este
proceso de la tregua entre pandillas no es correcto, es una mala
comparación con los lugares santuarios de Estados Unidos donde los
indocumentados se refugian y la “migra” no hace nada, es un mal ejemplo
esa comparación.
Las pandillas que se quieran rehabilitar deben dar muestras de
conversión, cambios de vida, meterse a la sociedad civil, hacerse
productivos y no solamente acordar dejarse de matar entre ellos y seguir
extorsionando.
Hemos visto casos de cambios de actitud y de conducta, cambios
radicales, esta es la gente con la que queremos trabajar. El gobierno
tendrá su pacto, pero la iglesia evangélica no participa en eso.
¿Participaría en algún momento en el proceso de pacificación?
Cuando nos digan la verdad, cuando vayamos y ataquemos de raíz el problema de la violencia.
Participaríamos en un proceso siempre y cuando seamos nosotros
mismos los que aportemos la salida a los problemas, toda la sociedad
civil y no solamente el ministro y las pandillas; luego para lavarse la
cara, meten a un religioso.
La violencia es como un mar embravecido que podría ahogarnos muy
rápido. No quiero ni pensar qué pasaría si llega un nuevo gobierno y
este no quiera continuar con la tregua entre pandillas, podríamos llegar
a un país anárquico y sin rumbo.
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