El creciente poder homosexual Por Luis Fernández Cuervo"

Amigos lectores, tengan cuidado de cómo piensan, qué dicen y qué costumbres morales y religiosas practican. Estos son los dogmas que el poder homosexual va imponiendo:
1.-La homosexualidad es algo normal y saludable. Por lo tanto todo aquel que considere la práctica homosexual como un acto contra la naturaleza, un desorden moral, una grave alteración de la personalidad o una enfermedad que puede y debe recibir tratamiento psicológico, es un enemigo público y debe ser castigado.
2.- Insistir en que sólo hay dos sexos inalterables, genéticamente distintos desde el cigoto --hombre (XY) y mujer (XX)-- es herejía peligrosa porque atenta contra el género y toda su construcción política, económica y legal.
3.- Usted puede mostrar rechazo de palabra o de obra contra fumadores, alcohólicos, drogadictos o vagabundos y, dentro de ciertos límites, también puede mostrar desagrado, antipatía, o burlarse de europeos, africanos, asiáticos o latinoamericanos, pero siempre que no sean gays, lesbianas, bisexuales o transexuales, porque eso es grave delito de homofobia. Puede odiar a los musulmanes pero aténgase a las consecuencias explosivas. Puede odiar y burlarse de los católicos, en privado o públicamente, incluyendo blasfemias, groserías o invadir y ensuciar sus templos, porque nadie les castigará.

¿Creen que hablo en broma? Nada de eso. Casos particulares los hay a miles. Recuerden a Carrie Prejean, miss California, que por opinar que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer recibió toda clase de insultos del juez Pérez Hilton, conocido activista homosexual, perdió su derecho a concursar para miss América y más tarde perdió el título de miss California. El energúmeno insultante de Pérez Hilton no sufrió ningún castigo. Kenneth Howell, profesor católico, de la Universidad de Illinois fue despedido de su cátedra tras enviar en mayo, a sus alumnos del curso de doctrina católica, un correo electrónico en el que explicaba que los actos homosexuales eran contrarios a la ley moral natural.
Recordemos que en el Reino Unido, el anterior gobierno del laborista Gordon Brown, intentó obligar a la Iglesia Católica a incorporar al ministerio sacerdotal a mujeres y a homosexuales y a abolir el celibato de los clérigos. El actual primer ministro británico, lord Cameron, condicionó la ayuda económica a varios países africanos a que admitieran la homosexualidad en su cultura. Al negarse éstos, además de retirar la ayuda económica les amenazó con que serían castigados.
El presidente Obama y su Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, no ocultan su decidido esfuerzo a introducir las ideas, costumbres y apoyo legal del lobby LGBT, con especial empeño en los países católicos. Rebecha Marchinda, directora legal de la organización World Youth Alliance, señaló: "En vez de reconocer que los Estados tienen razones legítimas para reconocer el matrimonio y la familia como instituciones, Estados Unidos busca enfrentar a la Iglesia Católica con la sociedad civil, afirmando que su oposición a la ideología LGBT se basa solamente en ideas retrógradas".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ordenó en el pasado febrero que las naciones africanas revoquen las leyes penales que aplican sanciones contra la conducta homosexual y que pongan fin a la discriminación por causa de la orientación sexual o de la identidad de género. La respuesta ha sido recordarle que la actitud de ese Ban Ki-moon no respeta la cultura, ni la conciencia moral de pueblos soberanos. Así, por ejemplo, el ministro de Uganda para la Ética y la Integridad, James Nsaba Buturo dijo: "Uganda no se verá obligado a legalizar prácticas que son ilegales, antinaturales y anormales".
-Señor Obama, señor Ban Ki-moon, ¿dónde está su respeto a la libertad de pensamiento, de conciencia y de culturas?
-Señores dirigentes del FMLN ¿dónde está su palabra de honor? ¿Dónde está su cacareada lucha contra el imperalismo yanqui? ¿O acaso este grupo de presión internacional LGBT, no es el peor de los imperialismos? ¿Por qué les siguen el juego? ¿Cuánto les pagan por ello?
*Dr. en Medicina. Columnista de El Diario de Hoy.