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Charles Darwin, el hombre que desafió a Dios, ¿qué pensaba de Dios?

Poco después de morir Darwin, su hijo Francis reunió los escritos del ilustre científico para publicarlos y honrar su memoria. Darwin es para muchos el mayor naturalista de la historia, pues descubrió que las especies no son estables, sino que evolucionan, y esto se produce porque las condiciones del ambiente cambian. Y las especies que se adaptan a esos cambios, sobreviven, y las que no, dejan de existir.
Por otro lado, Darwin propuso que del mismo modo que las especies evolucionan, los seres humanos también. Sus investigaciones dieron con la idea de que nuestros ancestros eran los monos. Los descubrimientos de sucesivos antecesores del hombre, avalan sus postulados.
Todo ello produjo una quiebra en el pensamiento cristiano aún mayor que la que efectuó el heliocentrismo copernicano. Quizá la tierra no era el centro del universo, pero el hombre seguía siendo una creación de Dios… hasta que llegó Darwin. Tras sus descubrimientos se desató una fogosa polémica que dura hasta nuestros días. En muchas escuelas norteamericanas e incluso británicas no se acepta la teoría de la evolución, y se sigue enseñando que provenimos de Adán y de su costilla, tal como lo relatan las Sagradas Escrituras.
Darwin es usado como una piedra que se tiran unos y otros para demostrar que Dios existe o que es una ilusión.
¿Y qué pensaba Darwin de Dios?
“En todas sus obras, mi padre se mostró reticente en materia de religión, y lo que ha dejado sobre el tema no lo escribió con vistas a su publicación”, dice su hijo Francis en los comentarios a la recopilación de los escritos (Darwin, Autobiografía, Alianza).
Es verdad, a Charles Darwin no le interesaba opinar de este asunto. “Cuáles sean mis propias opiniones, es una cuestión que no importa a nadie más que a mí.” Y añade: “Puedo afirmar que mi criterio fluctúa a menudo […] En mis fluctuaciones más extremas jamás he sido ateo en el sentido de negar la existencia de un Dios. Creo que en términos generales (y cada vez más a medida que me voy haciendo más viejo), aunque no siempre, agnóstico sería la descripción más correcta de mi actitud espiritual.”
Esta cauta actitud de Darwin se debía a que por instinto le repugnaba la idea de herir la sensibilidad de los demás en materias religiosas, según cuenta su hijo Francis. Y también porque Darwin pensaba que no debía publicar nada sobre una idea a la que no hubiera dedicado mucha atención. Y Darwin estudiaba a las especies, no a Dios.
Por cierto, recordemos que los agnósticos son aquellos que creen que la mente humana es incapaz de entender la idea Dios. El agnosticismo (que viene del griego “no conocer”) es seguramente una de las posturas más extendidas hoy entre los no creyentes. Pero el agnosticismo de Darwin partía de la idea de que admitía la existencia de Dios, pero no se podía demostrar.
“Puedo decir que la imposibilidad de concebir que este grandioso y maravilloso universo, con estos seres conscientes que somos nosotros, se origine por azar, me parece el principal argumento en favor de la existencia de Dios; pero nunca he sido capaz de concluir si este argumento es realmente válido. Me doy cuenta de que si admitimos una primera causa, la mente aún anhela saber de dónde vino aquélla y cómo se originó.”
Al final una vez más concluía diciendo: “Me parece que la conclusión más segura es que todo el tema está más allá del alcance del intelecto humano; pero el hombre puede actuar con justicia”.
Claro que la teoría de la evolución, ¿era compatible con Dios? Darwin también lo pensó y esto fue lo que escribió un miembro de la familia Darwin a un estudiante alemán que le hacía la misma pregunta: “Él [Charles Darwin] considera que la teoría de la evolución es bastante compatible con la creencia en un Dios; pero usted debe recordar que cada persona tiene un concepto diferente de lo que entiende por Dios”.
Sin embargo, los pasajes más críticos de Darwin sobre la religión habían sido censurados por su propia familia. Y Darwin había reflexionado sobre ello y así lo expuso en su censurada Autobiografía (data de 1876). “Durante estos dos años —escribe— hube de meditar mucho sobre religión.” Y cuenta que entre 1836 y 1839 “había llegado a la conclusión de que no había que dar más crédito al Antiguo Testamento —desde su historia manifiestamente falsa de mundo, con la Torre de Babel, el arco iris como señal, etc., hasta su atribución a Dios de los sentimientos de un tirano vengativo— que a los libros sagrados de los hindúes o las creencias de cualquier bárbaro.”
Darwin admitía que era bastante difícil pensar que la maravillosa mente humana procediera de la de “animales inferiores”, “y me veo obligado a acudir a una primera causa, dotada de una mente inteligente, en cierto grado análoga a la del hombre y merezco ser considerado teísta”, pero esa idea con el tiempo y la experiencia “se fue debilitando poco a poco”.
Darwin sabía que él se podía dejar arrastrar por el sentimiento de lo sublime cuando contemplaba una selva tropical, pero al analizar la cantidad de dolor del mundo, se le venía la idea de que eso no era compatible con un Dios benevolente, sino que se trataba de las leyes duras de la naturaleza.
Sin embargo, al final de su vida, a pesar de este escepticismo, reconocía que “el misterio del principio de todas las cosas es insoluble para todos nosotros, y yo al menos debo contentarme con seguir siendo agnóstico”.

¿Qué dice la Biblia sobre la Creación contra la teoría de la Evolución?

El propósito de este artículo es explicar el por qué, de acuerdo con la Biblia, el debate de la Creación contra la Evolución aún existe.Romanos 1:25declara, “ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos, Amén.”

Un factor clave que debemos reconocer es que la gran mayoría de los científicos que creen en la Evolución también son ateos o agnósticos. Hay algunos que se basan en alguna forma de ateísmo evolutivo, y otros que toman un punto de vista deísta de Dios (Dios existe, pero no está involucrado en el mundo… todo procede según un curso natural). Hay algunos que genuina y honestamente miran estos datos y llegan a la conclusión de que la Evolución encaja más en los datos disponibles. Sin embargo, éstos representan una porción insignificante de científicos que abogan por la Evolución. La gran mayoría de los científicos evolucionistas sostienen que la vida evolucionó enteramente SIN intervención de un Ser superior. La Evolución es por definición una ciencia naturalista.

Para que el ateísmo sea verdad, debe haber una explicación alternativa para el cómo el universo y la vida llegaron a existir. Aunque hubo creyentes en alguna forma de Evolución que precedieron a Charles Darwin, él fue el primero en desarrollar un modelo plausible de cómo la Evolución pudo haber ocurrido – la selección natural. Alguna vez Darwin se identificó a sí mismo como un cristiano, pero más tarde renunció a la fe cristiana y a la existencia de Dios como resultado de algunas tragedias que sufrió en su vida. La Evolución fue “inventada” por un ateo. El objetivo de Darwin no fue desaprobar la existencia de Dios, pero ese es uno de los resultados finales de la teoría de la Evolución. La Evolución es un soporte del ateísmo. Los científicos evolucionistas de la actualidad tampoco admitirán que su objetivo es dar una explicación alternativa a los orígenes de la vida, y por lo tanto establecer una base para el ateísmo. Sin embargo, de acuerdo con la Biblia, eso es exactamente por lo que existe la teoría de la Evolución.

La Biblia nos dice, “Dice el necio en su corazón; No hay Dios.” (Salmo 14:1;53:1). La Biblia también proclama que la gente no tiene excusa para no creer en un Dios Creador, “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la Creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” (Romanos 1:20). De acuerdo con la Biblia, cualquiera que niega la existencia de Dios es un necio. ¿Por qué entonces, hay tanta gente, incluyendo algunos cristianos, que aceptan complacientes que los científicos evolucionistas son intérpretes imparciales de los datos científicos? De acuerdo con la Biblia, ¡todos ellos son necios! La necedad no implica una falta de inteligencia. La mayoría de los científicos evolucionistas son intelectualmente brillantes. La necedad indica una inhabilidad para aplicar apropiadamente el conocimiento.Proverbios 1:7nos dice, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.”

Los científicos evolucionistas se mofan de la Creación y/o del Diseño Inteligente como de algo que no vale la pena examinar científicamente. Para que algo sea considerado una “ciencia”, dicen ellos, debe estar sujeto a observación y probado, debe ser “naturalista”. La Creación es por definición “sobrenatural.” Dios y lo sobrenatural, no pueden ser observados o probados (y así sigue su argumento), por lo tanto la Creación y/o el Diseño Inteligente no pueden ser considerados una ciencia. Como resultado, todos los datos son filtrados a través de la preconcebida, presupuesta, y pre-aceptada teoría de la Evolución, sin la consideración de explicaciones alternas.

Sin embargo, el origen del universo y el origen de la vida no pueden ser probados u observados. Ambos, la Creación y la Evolución están basados en sistemas de fe cuando ellos hablan de los orígenes. Ninguno puede ser probado porque no podemos regresar a billones (o miles) de años atrás para observar el origen del universo y la vida en el universo. Los científicos evolucionistas rechazan la Creación en terrenos que lógicamente los fuerzan también a rechazar la Evolución como una explicación “científica” de los orígenes. La Evolución al menos en lo concerniente a los orígenes, no encaja en la definición de “ciencia” más de lo que lo hace la Creación. La Evolución es supuestamente la única explicación de los orígenes que puede ser probada; por lo tanto, es la única teoría de los orígenes que puede ser considerada “científica”. ¡Eso es una tontería! Los científicos partidarios de la Evolución, están rechazando una plausible teoría de los orígenes sin siquiera examinar honestamente sus méritos, porque no se ajusta a su estrecha e ilógica definición de lo que es “ciencia.”

Si la Creación es verdad, entonces hay un Creador ante Quien somos responsables. La Evolución es un soporte para el ateísmo. La Evolución da a los ateos una base para explicar cómo existe la vida aparte de un Dios Creador. La Evolución niega la necesidad de un Dios que esté involucrado en el universo. La Evolución es la “teoría de la creación” para la “religión” del ateísmo. De acuerdo con la Biblia, la elección es clara. Podemos creer en la Palabra de nuestro omnipotente y omnisciente Dios, o podemos creer en las explicaciones de la ilógica tendencia “científica” de los necios.

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