El sitio en cuestión es la pequeña localidad francesa de Bugarach situada en el departamento del Aude en la región de Languedoc-Roussillon, a 430 metros de altura media sobre el nivel del mar. En este poblado de solamente unos 200 habitantes se encuentra el Pico de Bugarach, famoso dentro de los geólogos por su peculiar estructura conocida como cabalgamiento. Esto le dota de un campo magnético que ha alimentado la imaginación y las creencias populares en hechos extraordinarios, generación tras generación.
El cabalgamiento o también llamado falla de cabalgamiento es un fenómeno natural que se produce cuando las fuerzas de comprensión en la Tierra hace que las rocas más antiguas sean empujadas hacia arriba por encima de los estratos más recientes, algo que también se observa cuando ocurren terremotos fuertes en que salen a la superficie capas rocosas muy antiguas. O sea, vemos arriba rocas que debían estar enterradas abajo, es decir “una montaña a la inversa”.
Esta singular formación ha llevado a los creyentes de algunas sectas religiosas o grupos similares a pensar que Bugarach es una especie de “garaje” en cuyo interior se encuentran estacionadas naves espaciales, extraterrestres, ocultas de forma invisible a los humanos, pero que saldrían a la luz el 21 de diciembre para recoger a los que se encuentren en ese lugar y salvarlos del fin del mundo llevándoselos a otro planeta.
Las teorías del apocalipsis provienen de un par de lápidas descubiertas en la década de 1960 en el sitio arqueológico Tortuguero con inscripciones que describen el regreso de un dios maya al finalizar un 13er período de 394 años, lo que coincidiría con el tan temido 21 de diciembre de este 2012.
De acuerdo con algunos medios, las autoridades de este sitio están preocupadas por la afluencia de visitantes en los próximos días y de que grupos fanáticos organicen suicidios colectivos en el apacible poblado.
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