“Llegué a pensar en el suicidio como única salida”, contó Gilles Yapi Yapo, un futbolista marfileño de 32 años, actual Zürich de Suiza, quien producto de las malas compañías se involucró de lleno en la magia negra, la perversión, el sexo, la pornografía y todo tipo de excesos, pero logró entrar en razón una vez que la secta de la que formaba parte, le pidió sacrificar a su hijo. Tremendo.
Yapi Yapo es ese mismo que días atrás sufrió una de las lesiones más terribles en la historia del fútbol, jugando para su equipo, fue víctima de un terrible entrada que le provocó la rotura del ligamento cruzado anterior y del ligamento interior, lesión del menisco, daños profundos en el cartílago, contusión ósea, lesión
de la rótula y grandes hematomas en los músculos del muslo, y que pone en jaque su carrera.
“Había perdido mi estabilidad mental, tuve muchos problemas financieros, estaba perdido, era esclavo de todos esos pecados”, contó en un desgarrador video que tuvo como oyentes a los integrantes de una iglesia Evangélica, en la que el futbolista se apoyó para dar fin a estos males.
”Cuando en algún punto entendí que tenía que sacrificar a mi hijo, una fuerza dentro de mí acabó con todo”, contó Yapi Yapo, que fue parte del plantel de Costa de Marfil que jugó el Mundial de Alemania 2006. Fuente: pasionlibertadores.com
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