El miedo se ha apoderado de los habitantes del cantón La Zarcera del municipio de San Luis La Herradura, La Paz, quienes aseguran que el diablo es su vecino desde hace 25 años. El viernes pasado, Julia Esmeralda Mendoza, de 37 años y habitante del lugar, mató a machetazos a su hija de seis años e hirió gravemente a sus otros dos hijos de tres y 10 años de edad.
El hecho consternó a la sociedad salvadoreña e inmediatamente se conoció que la mujer practicaba brujería en su vivienda, donde tenía un altar el honor a San Simón, un santo no reconocido por la Iglesia Católica, pero con miles de seguidores.
El esposo de Mendoza, José Elías, se cansó de convivir con la magia negra y pidió ayuda a los integrantes de una congregación evangélica para destruir el altar satánico, quienes quemaron los objetos usados por la bruja, pero nunca imaginaron que quienes pagarían con sangre serían los tres menores de edad.
La mujer soportó ver su altar quemado, se fue a dormir la noche del jueves y aparentemente todo siguió con normalidad, pero el demonio estaba inquieto y la madrugada del viernes le ordenó atacar a machetazos a sus hijos.
Un machete afilado que sería usado por Elías para actividades agrícolas, fue el arma homicida. La fémina tomó el arma blanca y se avanzó contra su hija de seis años, Rosa Esmeralda Elías Mendoza, quien fue degollada por su propia madre.
Imagen de Salvador Sagastizado
Al escuchar los gritos de los niños, Rafael Elías, tío del padre del esposo de la mujer, corrió hacia la vivienda, ingresó y forcejeó con la mujer que ya había herido a los otros dos infantes.
“Aquí nos vamos a morir los dos”, decía la bruja a Rafael, mientras se realizaba heridas en la cabeza con el machete.
Rafael gritaba pidiendo ayuda y tratando de controlar a la poseída mujer que no se daba cuenta que la tragedia que había provocado.
Los niños fueron trasladados gravemente heridos al hospital de Zacatecoluca y posteriormente al hospital de niños Benjamín Bloom en San Salvador.
Sacando al demonio
Ayer, un grupo de evangélicos llegaron a la vivienda y oraron para sacar al demonio de la propiedad. Sin embargo, el ambiente tenso no fue soportado por una joven de 17 años, quien aparentemente en una crisis nerviosa cayó al suelo y solicitaba intervención divina para retirar a los malos espíritus de la zona.
Todo sucedió ante la mirada de policías y soldados que llegaron al lugar para brindar seguridad a los habitantes, aunque dijeron sentir miedo por el enemigo invisible que se encuentra al interior de la vivienda.
Rafael dirigió un grupo de hombre que ingresaron a la vivienda para sacar la cosecha de maíz de Elías, a pesar que algunos sacos tenían manchas de sangre de las víctimas. Los muebles, las cacerolas y el resto de objetos, serán quemados, por órdenes del esposo de la “bruja”.
“No toquen nada ni saquen nada. Solo el maíz de la cosecha”, ordenaba Elías a sus parientes y amigos que ayudaron en la tarea.
“Yo sentía miedo, pero no les iba a demostrar el pánico a los demás”, dijo Rafael después de sacar los sacos de maíz de la vivienda.
La casa podría ser demolida
Rafael Elías, aseguró que la casa fue construida hace 25 años y pertenece a la familia, siempre ha estado alquilada, aunque los inquilinos no se quedan por mucho tiempo por temor a presencias diabólicas o hechos extraños.
En una de las ocasiones, una pareja alquiló la casa, la mujer estaba embarazada, pero sufría de violencia intrafamiliar. Lo anterior, provocó que la fémina sufriera un aborto y para evitar el escándalo con los vecinos, decidieron enterrar al feto al interior de la vivienda.
Desde entonces, los vecinos aseguran escuchar el llanto de un niño por las noches, incluso, cuando la vivienda ha estado desocupada.
Posteriormente, la casa fue alquilada a una mujer soltera, quien vivió solamente tres días en el lugar, debido a que aseguraba escuchar ruidos extraños en las noches y observar sombras que la asustaban con mucha frecuencia. La joven nunca regresó por sus pertenencias personales.
Uno de los últimos inquilinos fue un hombre, quien soportó solamente una semana en la vivienda ante presencias mecían la hamaca en que dormía por las noches.
Elías, su esposa y sus tres hijos, tenían ocho días de haberse traslado a la vivienda y nuevamente se registra un hecho lamentable al interior de la misma.
La familia propietaria de la vivienda aseguró que analizan demoler la infraestructura ante las presencias diabólicas y con ello evitar otras posibles tragedias.
Asimismo, solicitaron a las autoridades ayuda psicológica para los habitantes del cantón La Zarcera y la colaboración de un experto en fenómenos paranormales para “sacar al demonio de su comunidad”.
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