El senador republicano Marco Rubio dijo que Jerusalén era la capital de Israel, tomando una posición sobre un tema explosivo entre Israel y los palestinos y brindando con una botella de agua.
El destino de Jerusalén es una de las cuestiones más difíciles de resolver en el conflicto de Medio Oriente, con los israelíes y los palestinos reclamando los derechos a la ciudad.
En su primera visita oficial a Israel, el senador de la Florida dijo al presidente israelí Shimon Peres que Jerusalén es "por supuesto, la capital de su país", reiterando a la vez el apoyo bipartidista de Estados Unidos a Israel.
"No hay relación más importante para los Estados Unidos, tal vez en el mundo, pero ciertamente en la región, que Israel", dijo Rubio en un comunicado de prensa. "Es uno que cuenta con apoyo bipartidista y estoy orgulloso de decir que los republicanos y los demócratas están unidos en eso".
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