La también actriz y modelo se robó todas las miradas en la pasada marcha del Orgullo Gay en São Paulo, celebrada el pasado 7 de junio. Beleboni representó la crucifixión de Jesucristo para protestar contra la homofobia, expresada en las muertes y agresiones que sufren miembros de la comunidad LGBT en Brasil.
"Jesús murió por todos y fue humillado, motivo de burlas, agredido y muerto, que es lo que viene sucediendo diariamente con las personas LGBT por no tener leyes", explicó la brasileña en su momento.
Pero a los sectores más conservadores poco les gustó la representación de Beleboni y el pastor Marco Feliciano, quien también es diputado federal, se empeñó en reprobar a toda costa lo que ocurrió en la marcha.
¿Se puede esto? ¿Se puede esta blasfemia? ¿Se puede profanar nuestra fe? ¿Se puede faltar el respeto a símbolos sagrados públicamente?
¿Se puede la cristofobia?
¿Se dieron cuenta de los patrocinadores? Petrobras, Alcaldía de São Paulo, Caixa.
Órganos ligados al gobierno comunista brasileño"
Según comentó la transexual en el portal Ego de O Globo, el pastor puso varias fotos de ella crucificada en la puerta de su oficina y participó en varios programas de televisión condenando la performance en la marcha. Por tanto, Beleboni decidió esta semana entablar un proceso de indemnización debido a las amenazas de muerte que ha venido recibiendo en las redes sociales, en parte motivadas por los ataques de Feliciano.
Para reparar los daños morales, los abogados de la transexual exigen que el pastor pague 788 mil reales (más de 600 millones de pesos), según informó el portal UOL.
Feliciano, junto a la bancada evangélica del Congreso de Brasil, ha emprendido acciones en contra de la utilización de símbolos cristianos en la marcha del Orgullo Gay y también se ha opuesto a movilizaciones a favor de la marihuana.
Mientras avanza el litigio, Beleboni publicó una foto en su perfil de Facebook en la que aparece con un padre y un pastor de una iglesia bautista. Los religiosos le lavaron los pies a manera de disculpas por las amenazas y las ofensas de las personas que no entendieron su protesta. "Me siento bendecida", aseguró.
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