LAS IGLESIAS EVANGELICAS EN GUATEMALA SON VICTIMAS DE EXTORCION POR LAS PANDILLAS...
Algunos pandilleros se refugian en la fe cristiana, pero son lobos vestidos de ovejas, ya que sus intenciones son buscar vĂctimas para extorsionar. Las iglesias evangĂ©licas son ahora el blanco de los antisociales, que en algunos casos asaltan a los pastores y a los feligreses.
Justo Orellana, pastor de una iglesia en Nueva ConcepciĂłn, Escuintla, fue baleado el 31 de julio reciĂ©n pasado, cuando salĂa de una agencia bancaria.
SegĂşn la Alianza EvangĂ©lica, el lĂder religioso era vĂctima de extorsiĂłn, y al negarse a pagar, fue amenazado de muerte. La PolicĂa refiriĂł que unos individuos le interceptaron el paso y le dispararon.
Cuenta Marco RodrĂguez, de la junta directiva de la Alianza EvangĂ©lica, que algunos pandilleros se acercan a las iglesias y manifiestan que desean reinsertarse, mas sus intenciones reales son obtener informaciĂłn.
“Algunos sĂ lo hacen con fe, aceptan la disciplina de estudiar la Biblia y ser enviados a casas de rehabilitaciĂłn, pero otros lo hacen para vigilar a los pastores y a los miembros de la iglesia, para despuĂ©s extorsionarlos”, refiere.
Los antisociales han logrado incluso quedarse con viviendas de los religiosos, pues cuando Ă©stos ya no tienen como pagarles la extorsiĂłn, deben abandonar sus hogares.
RodrĂguez recuerda que el año pasado fue cuando más se quejaron los pastores y ministros de las fechorĂas de los pandilleros. Este año las denuncias han disminuido, pero puede ser por el temor que los antisociales infunden en sus vĂctimas.
Además, en ocasiones, durante los servicios, los pandilleros asaltan los templos. Incluso llegan en vehĂculos, para llevarse los equipos de sonido.
La Alianza EvangĂ©lica tiene planificado denunciar estos casos, en los prĂłximos dĂas, por medio de un comunicado de prensa.
Los montos de las extorsiones varĂan entre Q100 semanales hasta sumas desorbitantes, que tienen que ser recaudadas entre todos los miembros de las iglesias.
Según las denuncias, templos evangélicos de Villa Nueva, San Miguel Petapa y Amatitlán son los más vulnerables.
El pastor Romeo Guerra menciona que los delincuentes se han extendido a Mixco, Guatemala; Mazatenango, Suchitepéquez; Escuintla y otros lugares de la costa sur.
“A ellos no les importa quĂ© tipo de fe profesan, pues sabemos que iglesias nazarenas, conservadoras, pentecostales y neopentecostales han sido extorsionadas tambiĂ©n”.
Cuenta el caso de un religioso de Mazatenango, cuyo nombre se reserva por seguridad, a quien estaban extorsionando, pero no pagĂł porque logrĂł averiguar que las llamadas que recibĂa salĂan de la cárcel de Chimaltenango. “La gente está preocupadĂsima”, recalca Guerra.
RodrĂguez opina que hay que saber distinguir entre los jĂłvenes que quieren reencontrarse con Dios y los que no.
En la foto, un grupo de pandilleros se acercĂł a una iglesia evangĂ©lica, en PalĂn, Escuintla, y dĂas despuĂ©s la PolicĂa informĂł de la captura de varios de ellos, acusados de haber cometido hechos ilĂcitos.
Justo Orellana, pastor de una iglesia en Nueva ConcepciĂłn, Escuintla, fue baleado el 31 de julio reciĂ©n pasado, cuando salĂa de una agencia bancaria.
SegĂşn la Alianza EvangĂ©lica, el lĂder religioso era vĂctima de extorsiĂłn, y al negarse a pagar, fue amenazado de muerte. La PolicĂa refiriĂł que unos individuos le interceptaron el paso y le dispararon.
Cuenta Marco RodrĂguez, de la junta directiva de la Alianza EvangĂ©lica, que algunos pandilleros se acercan a las iglesias y manifiestan que desean reinsertarse, mas sus intenciones reales son obtener informaciĂłn.
“Algunos sĂ lo hacen con fe, aceptan la disciplina de estudiar la Biblia y ser enviados a casas de rehabilitaciĂłn, pero otros lo hacen para vigilar a los pastores y a los miembros de la iglesia, para despuĂ©s extorsionarlos”, refiere.
Los antisociales han logrado incluso quedarse con viviendas de los religiosos, pues cuando Ă©stos ya no tienen como pagarles la extorsiĂłn, deben abandonar sus hogares.
RodrĂguez recuerda que el año pasado fue cuando más se quejaron los pastores y ministros de las fechorĂas de los pandilleros. Este año las denuncias han disminuido, pero puede ser por el temor que los antisociales infunden en sus vĂctimas.
Además, en ocasiones, durante los servicios, los pandilleros asaltan los templos. Incluso llegan en vehĂculos, para llevarse los equipos de sonido.
La Alianza EvangĂ©lica tiene planificado denunciar estos casos, en los prĂłximos dĂas, por medio de un comunicado de prensa.
Los montos de las extorsiones varĂan entre Q100 semanales hasta sumas desorbitantes, que tienen que ser recaudadas entre todos los miembros de las iglesias.
Según las denuncias, templos evangélicos de Villa Nueva, San Miguel Petapa y Amatitlán son los más vulnerables.
El pastor Romeo Guerra menciona que los delincuentes se han extendido a Mixco, Guatemala; Mazatenango, Suchitepéquez; Escuintla y otros lugares de la costa sur.
“A ellos no les importa quĂ© tipo de fe profesan, pues sabemos que iglesias nazarenas, conservadoras, pentecostales y neopentecostales han sido extorsionadas tambiĂ©n”.
Cuenta el caso de un religioso de Mazatenango, cuyo nombre se reserva por seguridad, a quien estaban extorsionando, pero no pagĂł porque logrĂł averiguar que las llamadas que recibĂa salĂan de la cárcel de Chimaltenango. “La gente está preocupadĂsima”, recalca Guerra.
RodrĂguez opina que hay que saber distinguir entre los jĂłvenes que quieren reencontrarse con Dios y los que no.
En la foto, un grupo de pandilleros se acercĂł a una iglesia evangĂ©lica, en PalĂn, Escuintla, y dĂas despuĂ©s la PolicĂa informĂł de la captura de varios de ellos, acusados de haber cometido hechos ilĂcitos.
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