Masones famosos
Sociedades secretas, el Poder de la “Masonería” a continuación descifraremos en misterio
Gabriel
López de Rojas, masón iniciado en 1992, que en la actualidad posee
todos los grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Gran Maestre y
fundador de la organización paramasónica «Orden Illuminati»
y autor de varios libros de masonería y sociedades secretas como la
«Guía Internacional de las Sociedades Secretas» (Ediciones G,1998) o
«Masonería: historia, ritos y misterios» (Ediciones G, 2002) ha
explicado a LA RAZÓN que «uno de los misterios más profundos de los
ritos masónicos, la leyenda de Hiram Abiff, desvela la tradición
luciferina de la masonería».
«La
leyenda masónica de Hiram Abiff, asociada al tercer grado masónico
¬Maestro¬, e incorporada a la masonería especulativa entre 1720 y 1723,
es claramente luciferina», explica Gabriel López de Rojas.
La
masonería asocia de forma mítica sus orígenes a una leyenda situada
durante la construcción del Templo de Salomón por Hiram Abiff (también
Abív o Abif), un fundidor de Tiro e hijo de una viuda de la tribu de
Neftalí, que dividió a sus obreros en aprendices, compañeros y maestros.
Cada grado poseyó un santo y seña que guardaban en secreto. Hiram fue
asesinado por unos compañeros que intentaban conocer la palabra secreta,
y los instrumentos que sirvieron para asesinarlo fueron el compás, la
escuadra y un mazo, símbolos que presiden las Logias en la actualidad.
El espíritu de Hiram se habría encarnado en el nuevo Maestro, del que
recibirían su sabiduría todos los maestros masones, conocidos como los
«hijos de la viuda» en relación a dicho fundidor de Tiro y cuya figura
está muy presente en el ritual del grado tercero de la masonería.
Masones famosos
«Luciferismo masónico»
El fundador de la Orden Illuminati comenta que la
leyenda masónica «que aparece en la maestría masónica de Hiram Abiff,
un fundidor que envió el Rey de Tiro a Salomón, y en quién moraba el
espíritu de la sabiduría, el maestro masón por excelencia» explica «que a
Hiram se le presentó en sueños Tubal Caín (que es además palabra de
paso del Compañero en el rito Francés y del Maestro en el Escocés
Antiguo y Aceptado), un antepasado suyo, que le transmitió la tradición
luciferina». «Tubal Caín reveló a Hiram que éste era descendiente de
Iblis o Samael, es decir, de Lucifer, que, según la leyenda masónica,
copuló con Eva y era padre de Caín». López de Rojas también hace notar
que la leyenda masónica indica que «la hermana de Tubalcaín era Naema,
la madre de todos los demonios, porque procedía del lado de Caín».
Robert Ambelain, toda una autoridad entre los
masones, con todos los grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado,
incluido el 33°; todos los grados del Rito Escocés Rectificado,
incluidos los de la Orden Interior y todos los grados del Rito de
Memphis-Misraïm, hasta el 95° incluido, entre otras muchas
«credenciales» masónicas, explica en su libro «El secreto masónico» (Ed.
Martínez-Roca) la leyenda de Hiram Abiff del mismo modo, asegura, antes
de exponer su genealogía, que ésta «hará temblar a ciertos francmasones
cándidos, que identifican a Hiram con Cristo» y habla de Iblis, el
primer antepasado del fundidor, llamándolo «el Ángel Rebelde, el
Tentador, el Ángel de la muerte». Añade además Ambelain que «de esta
tradición extraña nació un hábito, el de denominar valle al lugar en que
se reúnen ciertos altos grados de la masonería» y continúa afirmando
que «en hebreo, la palabra se traduce por Gehenna, término que designa
el plano infernal en la religión judía», entre otras «espeluznantes»
explicaciones.
LA
RAZÓN ha preguntado sobre la posible relación entre masonería y
luciferismo contenida en la leyenda de Hiram Abiff a Ascensión Tejerina,
Gran Maestra de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE), quien ha
expresado «sentirse sorprendida» por la pregunta y ha afirmado no tener
«conocimiento alguno sobre ese tema», rechazando dicha relación e
indicando que «para mí, la masonería es sobre todo una escuela de
pensamiento y de reflexión ética». En la página web de la GLSE, sin
embargo, aparece una bibliografía en la que se recomienda el
«Diccionario de la Francmasonería» (Akal, 1997) con las siguientes
palabras: «Pone a disposición del lector las claves para acercarse a la
realidad interior de la Orden y descubrir los perfiles del camino
iniciático». Su autor, Juan Carlos Daza, que, según se afirma en el
libro, es o fue miembro del Gran Consejo Simbólico de la GLSE, recoge en
dicho diccionario la leyenda de Hiram prácticamente exacta a como lo
hacen Ambelain y López de Rojas. En la obra dice además que en el
sentido alegórico de dicho relato se encuentra «el secreto más verdadero
del grado de maestro masón». Prosigue diciendo que «la conexión
gnóstica podemos constatarla en el Eblis (Lucifer), que no es satán,
sino el Ángel caído de Venus ».
Este
diario también ha consultado al Gran Maestro Provincial de Castilla de
la Gran Logia de España ¬obediencia masónica más numerosa en afiliación
de nuestro país¬, Manuel Moreno, quien ha negado «categóricamente que la
masonería tenga algo que ver con el concepto luciferino», explicando
que la leyenda de Hiram Abiff, expuesta tal como hacen Robert Ambelain o
López de Rojas, es una versión subjetiva y argumentando que «si esta
relación fuese cierta, se habría mencionado así en las condenas
papales».
¿Satán o el «dios de la Luz»?
López de Rojas, junto con otros muchos masones
(como Juan Carlos Daza), insiste en no identificar al «dios de la Luz»
de la masonería o la «Luz» masónica, con Satanás. En su opinión «esa
identificación es producto del maniqueísmo de los Padres de la Iglesia
católica». A esta objeción Ricardo de la Cierva, autor de «La masonería
invisible», opone un texto masónico reconocido. El historiador se remite
a uno de los autores masónicos más citados y respetados, Albert Pike.
«Así ¬explica a LA RAZÓN¬ en su libro Morals and Dogma of the Ancient
and Accepted Scottish Rite of Freemasonry , Pike dice textualmente:
LUCIFER (en mayúsculas en el original), ¿el Portador de la Luz! ¿Extraño
y misterioso nombre, dado al Espíritu de las tinieblas!». De la Cierva
afirma que Pike «se refiere a lo que todo el mundo entiende por Lucifer,
y para que no haya duda lo explica sobre la marcha: el Espíritu de las
Tinieblas , es decir el Demonio, Satán, que a la vez es el Portador de
la Luz, la Luz masónica que se conserva para los iniciados».
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