Nota escrito por un lector, Quizás no debería escribir esto.
Pero me he metido esto y me es difícil salir.
Muchos de los que me consultan se
interesan por mis propios sentimientos. Preguntan las razones por las
cuales quiero hacer algo por los deprimidos y las personas que tienen
intenciones suicidas. Siempre he hablado del suicidio de uno de mis
mejores amigos en 2002. Es una manera de honrar su memoria.
Una vez me preguntaron que había sabido
de alguno que no había podido ayudar y se habría suicidado. En realidad
nunca supe de ninguno… hasta ayer…
Pero este caso es aún más dramático pues es otro amigo. Uno de infancia.
No sé qué pensar.
Hablaba con él con frecuencia, pero no pude entrar lo suficientemente en su corazón para que me compartiera sus sentimientos.
Sigue pues el misterio que no puedo develar.
Sí, yo también soy un muchacho en
depresión. Pero después de darle muchas vueltas al luto que me embarga,
llegué a la conclusión de que no soy un suicida. Al menos ya no lo soy.
Todo porque tengo una gran curiosidad. Quiero entender muchas cosas
antes de acostarme con mis ancestros.
Entendí que el conocimiento y el
compromiso por los otros es clave de la vida. Sin esos dos amores, la
vida tiende a ser vana. Queda solo el vicio o el sinsentido.
Recientemente recibimos una
inquietante carta de una jóven que se describía a sí mismo, pero en
sus frustraciones muchas veces ha pensado en el suicidio. Su interés al
escribirnos era saber si es pecado mortal pensar en suicidarse.
Los
problemas de la vida a veces nos parecen imposibles de resolver. La
pobreza, la enfermedad, las tensiones familiares, la traición de amigos,
la falta de amor, etc. son amarguras que nos hacen violentos a algunos,
pasivos a otros, cínicos, perezosos, apáticos o desesperados al punto
del suicidio.
Pero el suicidio es un pecado tan
grave como el asesinato. ¿Por qué? Porque la vida es un don de Dios, y
nadie tiene derecho a destruir ni su propia vida ni la ajena por mero
impulso, pasión, o frustración personal. La Biblia dice:
“Creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó” (Génesis capítulo 1). Esa es la dignidad del ser
humano. Una dignidad increíble, digamos que a la altura de Dios.
Rechace inmediatamente esta tentación
de suicidarse. Satanás quiere destruir su vida espiritual y física. La
Biblia afirma que “el ladrón no viene sino para hurtar, matar y
destruir” (San Juan capítulo 10). Satanás destruye hogares, corazones,
amistades, esperanzas. Pero Jesús agregó:
“Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” (San Juan capítulo 10).
¿Ya recibió usted a Cristo por la fe
en su corazón? Si no lo ha hecho, decídase ya mismo. Si Cristo controla
su vida internamente, su vida será abundante y satisfactoria y nunca
pensará en el suicidio porque Cristo llena el corazón. Por eso dice el
apóstol Pablo en su carta a los Gálatas capítulo 5: “El fruto del
Espíritu Santo es gozo”. Cuando en el corazón hay gozo, no puede haber
frustración que lo impulse a uno a quitarse la vida. Dios quiere
utilizar su vida, señorita, para bien de la humanidad y también para la
gloria de Dios.
Al servir a otros con el amor que
Cristo genera en el corazón, su vida cobrará significado y valor, porque
cuando el individuo busca el bien de los demás, inconscientemente
también se beneficia a sí mismo. Con Cristo en su corazón, usted podrá
confrontar sin temor a las personas que le han acarreado problemas y
frustraciones. Jesús dice en San Marcos capítulo 5: “No temas, cree
solamente”.
Deseo recomendarle lo siguiente:
Primero, que reciba a Cristo en su corazón. Segundo, que dedique media
hora diaria para hablar con Dios por medio de la oración. Tercero, que
cada día lea la Biblia, una buena porción de la Palabra de Dios para así
empaparse de los pensamientos de Dios. Cuarto, busque alguna persona
madura en Cristo; ábrale su corazón, consulte con ella.
Si vive controlada internamente por Cristo, El quitará de su mente la idea del suicidio y llenará su ser de gozo y esperanza.
Ricardo Alfonso Cerna (c.
1956-diciembre 19, 2003) se hizo famoso por haberse suicidado en una
sala de interrogatorios en la oficina del alguacil del condado de San
Bernardino en Muscoy, California. a los 47 años de edad.
Cerna, un inmigrante de Guatemala, fue
detenido por una violación de tráfico el 19 de diciembre de 2003.
Trató de escapar en su coche y luego a pie. Durante la persecución, le
disparó dos veces oficial Parham en el abdomen. Cerna fue arrestado poco
después. Durante la detención y el traspaso de responsabilidades, nadie
se cercioró de que fue registrada apropiadamente.
Cerna se pegó un tiro en el lado de la
cabeza a quemarropa con una pistola del calibre 45 que había escondido
en la parte delantera de sus pantalones. Todo el incidente fue grabado
en la cámara de vigilancia en la sala de interrogatorios.
El Departamento del Sheriff mostró la
filmación de las cámaras de seguridad para los medios de comunicación al
día siguiente. Para evitar el sensacionalismo del público, sólo un
puñado de periodistas se les permitió verlo. El video nunca fue pensado
para ser hecho público.
Algunos activistas políticos que
representan a la comunidad latina expresaron su indignación, afirmando
que la muerte de Cerna pudo haber sido un asesinato y no suicidio,
señalando a los oficiales como autores Video By Sangre Y Plomo
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