Hoy quiero compartir contigo 8 cosas que necesitamos saber y reflexionar sobre los falsos maestros:
Solo porque algo suene bonito o muchas personas estén de acuerdo con eso, no significa que sea cierto. Los falsos maestros se caracterizan por decir lo que la gente ama oír en su estado pecaminoso.
Los falso profetas no te ofrecerán un trago con una etiqueta que diga “veneno”. Ellos van a verter ese veneno en una torta de chocolate y te ofrecerán esa torta. Siempre dirán media verdades. Por eso son peligroso para la iglesia.
Debemos huir de los predicadores hipócritas tanto como de los predicadores que creen que dicen la verdad con aparentemente buenas intenciones, pero predican mentiras. Ellos también hacen daño.
No tenemos excusas para no reconocer a los falsos maestros. No tenemos excusas para eso porque tenemos la Biblia.
Cuando apruebo a un falso profeta, estoy siendo piedra de tropiezo para el mundo en cierto sentido porque estoy aprobando un falso evangelio.
No hay nada de amoroso en predicar un falso evangelio o apoyar a un falso maestro. Y Dios quiere que tú y yo amemos a las personas.
Los "milagros" no son una auténtica evidencia de que alguien sea de Dios. Eso es algo sobre lo que podemos leer en Mateo 7:20 en adelante.
Muchos dice “Bueno, yo sé que ese hombre es un falso maestro, pero igual lo honraré; Dios es el que se encargará de juzgarlo”. A esas personas yo les digo: “¿Y es que acaso Dios no te va a juzgar a ti por ignorar su mandato de alejarte de los falsos maestros?”
Me llama mucho la atención que guardarnos de los falsos maestros y profetas es la principal exhortación que nuestro Señor nos da al final del sermón del monte. Honremos el nombre de Dios y hagamos caso. No nos dejemos engañar por las personas que no predican de acuerdo a la Biblia. Recordemos que todo lo que Jesús nos habla es por nuestro bien.
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