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Helmut Schüller, fundador y portavoz de este grupo, aseguró en rueda de prensa que existe un "muy bien organizado frente anti-Francisco", en el que situó a grupos como el "Opus Dei", "Comunión y Liberación" o "Legión de Cristo".
"Se puede contar con que esos grupos, que hasta ahora han sido muy influyentes, no van a ceder fácilmente", opinó a preguntas de Efe el párroco y antiguo vicario general de la Iglesia austríaca.
La "iniciativa de párrocos", iniciada por Schüller en 2006 y que ha sido imitada en otros países de Europa y en EE.UU., realizó este martes un balance de sentimientos encontrados sobre la labor de Francisco.
"El Papa establece claras señales para una ruptura reformista de la Iglesia, pero entre los obispos impera la espera, con consecuencias fatales para las parroquias", advirtió Schüller.
La iniciativa, en su dimensión internacional tiene a unos 3,500 sacerdotes, valoró las iniciativas de Francisco como el primer intento de abrir la Iglesia desde el Concilio Vaticano de 1962.
A diferencia del anterior papa, Benedicto XVI, "ahora tenemos un papa que, de repente, es finalmente participativo", señaló por su parte el padre Peter Kaspar, otro dirigente de la iniciativa.
"Un papa que parece quiere acabar con la monarquía en la Iglesia", valoró este religioso austríaco.
Aliento no alcanza para suspender desobediencia
- Del centralismo a la universalidad
- De Iglesia dominante a Iglesia de los pobres
- Del dogma a la variedad
- De la severidad moralizante a la piedad
- Del derecho absoluto a la apertura
Así, este grupo de sacerdotes señaló que los temas de la Iglesia de base siguen siendo los mismos, como la falta de sacerdotes, la fusión de parroquias y la lejanía con los feligreses.
Schüller destacó la necesidad de acabar con la discriminación de la mujer en la Iglesia, abrirla a los divorciados, debatir sobre que los sacerdotes puedan casarse o dar más responsabilidad a los laicos dentro de las parroquias, entre otros asuntos.
Por todo, defendió que hay motivos para mantener el llamamiento a la desobediencia que lanzaron en 2011 en el que, "ante el rechazo de Roma a una reforma hace tiempo necesaria", se declaraban obligados a seguir su propia conciencia y actuar independientemente de los dictados del Vaticano.Fuente El diario New York
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