Según el científico los líderes religiosos pueden usar el temor al castigo como una herramienta para la concienciación en la lucha contra el cambio climático y transformar la indiferencia de sus fieles a través de sus creencias, persuadiendo a la grey de la necesidad de entrar en el combate. La frase literal de Lord May fue
científico en su charla, quizá para dar un sustrato ateo a su petición a los líderes religiosos. Habló de la Teoría de Juegos, las trampas y el engaño ayudan a la gente a alcanzar sus objetivos y más todavía si perciben la amenaza del castigo si no consiguen tales objetivos.
Esta convergencia entre este exasperado (así lo define The Guardian) y las iglesias, esta justificación de los medios, no deja de ser curiosa. Me pregunto si las charlas a los fieles serán impartidas a medias ahora entre rabinos, sacerdotes, pastores, imames, etc, y un catedrático de climatología a su vera. Increíble.
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