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El Gran Problema que Tiene una Nacion Cuando quiere vivir como si Dios no existiera.

Es horrible para la humanidad vivir como si Dios no existiera. La ausencia de Dios en las naciones del mundo ha sido la causa para que las mismas caminen bajo la sombra de la ignorancia, para que sus habitantes hayan sufrido las consecuencias de gobiernos que niegan la misma esencia de la creación.

Muchos piensan que creer en Dios es vivir en una densa oscuridad, vivir creyendo en la existencia de Dios es vivir en la más profunda de las ignorancia. Es ridículo pensar de esa manera. Dios nada tiene que ver con as invenciones de los religiosos, nada tiene que ver con falsos sitemas religiosos, nada tiene que ver con la amalgama de religiones del mundo.

Las religiones son productos de los hombres, pues Dios no creó ningún sistema religioso. Todos son una falsa que en vez de acercanos a Dios nos alejan del mismo.



Si hoy en el mundo hay tantos ateos es por culpa de tantos malos creyentes que niegan a Dios con sus actos, sus actitudes, sus mentiras, sus dogmas. Jesús no predicó una religión, sino que nos enseñó un estilo hermoso de vida.

Vivir creyendo en Dios es vivir amando a la humanidad, defendiendo la libertad, la justicia, la solidaridad. Vivir creyendo en Dios es vivir pensando en la paz, en la armonía, en el respeto a los demás.

Vivir de acuerdo al evangelio es siendo portadores de la buena semilla. Es vivir pensando en nuestros hermanos, sin prejuicios, sin paradigmas, sin hipocresías.

El evangelio de Jesús nos cambia, nos transforma, nos hace nuevas criaturas, las religiones nos embrutecen, nos dividen, nos echan a perder. Todas las religiones del mundo dicen ser buena, dicen ser las verdaderas, dicen ser las predilectas del Señor, pero todas son falsas, todas siembran la ignorancia, la esclavitud, los prejuicios.

Los árabes llaman a sus hermanos de occidente infieles y desean exterminarlos en nombre de Alá y los cristianos quieren que los árabes desaparezcan en nombre de Jehová.
¡Absurdo!. Hacer la gurra en nombre de Dios.

Cuando una nación tiene a Dios en su corazón las cosas marchan bien, pero los gobernantes de esas naciones se creen ser dioses y llevan a las misma al abismo, a la desperación, a la igorancia.

Ellos echan a Dios de sus calles, de sus hogares, de sus escuelas, de sus universidades y se mandan a eregir estatuas por todas las esquinas como si fueran dioses.

Y las naciones son respo0nsables de esos gobernantes sin Dios que sólo piensan en ellos, que no respetan el erecho ajeno, que no respetan la libertad de los demás, que no respetan las creencias, que no están dispuesto a permitir que Dios sea quien los dirija.

Son necios que prefieren los consejos de un santero, un espiritista, un astrólogo y rehusan la ayuda y la sabiduría del cielo.

Una nación sin Dios es como una gran nave sin capitán que se mueve a la deriva y van sin rumbo fijo. Esas naciones irán a dar contra las rocas y se hundirán en la maldad, la violencia, la incompresión, la anarquía, el desorden, la desesperación, las guerras. el robo, el pillaje, los vicios, la intolerancia.

Una nación sin Dios es como un auto sin luces en medio de la tempestad, una nación sin Dios es una nube sin agua, una árbol sin fruto, una nación sin Dios está bajo la sombra de Satanás, bajo la iinfluencia de demonios, bajo la batuta del príncipe de las tinieblas.

Una nación sin Dios no tiene esperanza, ni futuro para su gente. Van de mal en peor y sobre todo serán condenada a desaparecer.
Una nación sin Dios no tiene razón de ser. 

Las Sagradas Escrituras nos relatan las historias de naciones que vivían en la más densa oscuridad, naciones que proclamaban su religiosidad por los cuatro vientos, naciones que levantaron obras de arte, de arquitectura para honrar a sus dioses, naciones que llegaron a declararse, "Naciones Santas".

Hay una galería de naciones que proclamaron a sus gobernantes como soberanos, con dioses, como hombres escogidos por Dios. Hay cientos de naciones a través de la historia que se creyeron ser invencibles, intocables, eternas.

La historia no miente, la historia ya fue escrita, los ejemplos son claros, pero parece que queremos ignorar el destino de esas naciones que se olvidaron del Creador, que creyeron a las mentiras de sus gobernantes, de sus líderes religiosos.

Hubo gobernantes qu echaron a Dios de sus contornos y pretendieron sentarse en el trono de Dios. Ellos blasfemaron, se ensuciaron en el cieno, en el lodo, en el fango de la mentira de Satanás. Ellos equivocaron el sendero por el cual debían dirigir a sus pueblos.

El camino del impío es la muerte, la destrucción, la calamidad. Vivir sin Dios es ir a la deriva en medio del mar tormentoso. El hombre o la nación que echa a Dios en un rincón sabe, lo debe saber, lo debe comprender, lo debe reflexionar que su destino es muerte, es tragedia, es desesperación.

Cuando un ser humno desprecia a Dios, se desprecia así mismo ya que fuimos creado a imagen y semejanza de él. Cuando una nación se aparta de Dios, lo echa de sus límites, lo blasfema, lo desprecia sabe que sus días están contados. Hombres y naciones sin Dios son nubes errantes, pájaros sin alas, nubes si agua.

Cuando se desprecia a Dios, nos despreciamos a nosotros mismos, cuando menospreciamos a Dios caemos en la más profunda de las ignorancias. Creer que somo dioses y no hombres es vanidad, egoísmos, estupidez.

Negar a Dios es negarnos, despreciarnos, embutecernos. El temor a Dios es el principio de la sabiduría dice el proberbio; dijo el necio en su corazón>"no hay Dios"
La humanidad habla de religión como si fuera sinónimo de Dios. Dios es Dios y las religiones, religiones son. Dios creoó al hombre y los hombres crearon a sus religioines, a sus dioses ciegos, sordos, mudos, a sus dioses de oro, de plata, de bronce, de piedra, de madera.

Dios creó a un ser libre, pensante, inteligente, sabio, poderoso, las religiones crean necios, estúpidos, esclavos, asesinos, buscadores, engañres.

Dios estableció un camino de vida, de luz, de justicia, de amor, de solidaridad, de dignidad, de respeto, las religiones han creado seres insensibles, incapaces de amar, de respetar al enemigo, las religones han creado falsantes por todas partes, seres que viven a costilla de los demás, que hablan de amor y destilan odio, que hablan de paz y hacen las guerras, que hablan de justicia y practican las injusticias.

Dios y las religioines son dos cosas distintas. Jesús jamás fundó una religión, simplemente nos enseñó un estilo de vida, de amor, de respeto, una estilo de vida muy superior, un estilo de vida espiritual. Jesús elevó a todos los seres humanos al mismo nivel. Nos enseñó que no había diferencia entre el sumo sacerdote y el leproso, entre el rico y el pobre, entre el poderoso y el dábil.

Jesús lavó los pies a sus discípulos y proclamó que él vino a servir y no a ser servido. Jesús tomó la toalla y lavó los pies del hombre que lo entregaría con el mismo amor que lavó los pies de Pedro,de Juan y de todos los demás.

Jesús dobló sus rodillas para servir, pero los falsantes de hoy no hacen lo mismo, ellos quieren que los demós se arrodillen y les besen sus manos.

El mundo está lleno de religiones, as naciones todas se proclaman religiosas a su manera, pero cuan lejos están de Dios.

Vemos a los gobernantes ir a los templos a orar por la paz y se sientan para proclmar las guerras, hablban de libertad y democracia y quieren imponerse a la brava, abusan de su poderío. Así estamos, viviendo del cuento religioso.

Es absurdo que se proclamen "guerras santas". Ninguna guerra es santa, la guerra es un horno de homicidas que violentan el más sagrado de los mandamientos de Dios. Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo. Quien mata es homicida y los homicida no entrarán al cielo.

Pero ahí está la historia de este pequeño Dios que ha habitado en este planeta por 6000 años. La historia es la misma, no importa la época, el tiempo, el lugar, siempre ha sido lo mismo. Hemos jugado a matar a nuestros hermanos como Caín mató a Abel. Hemos escuchado la voz de Satanás y no la voz de Dios. Hemos actuado como si Dios no existiera.

Hemos tratado de aniquilar, de asesinar a Dios, hemos luchado por negarle el derecho a la existencia. Hemos creado miles de personajes en las literaturas del mundo, pero nos resistimos a creer que Dios no tiene el derecho a la existencia.

Hemos utilizado nuestra inteligencia durante mucho tiempo para negar la existencia de Dios, para despreciarlo, para darle la espalda. Hemos echado a un Dios viviente a una esquina y hemos proclamados a hombres y mujeres como dioses y diosas.

Hemos glorificado a simples hombres, pero hemos querido convertir a Dios en un muñeco, en un payaso, en un mito, en una sombre. Para muchos creer en Dios es un acto de ignoracia, de estupidez, es adsurdo creer en un ser como Dios.

Cuando un "profesor" se levvanta en medio de una clase para profanar y negar la existencia de Dios, se siente poderoso, se siente intelectual, se siente sabio, se siente algo important. Así son, lo he visto, los he escuchado, he visto su sonrisa, su necedad, su soberbia.

"Si Dios existe por qué tanta maldad""Por qu qué no interviene para evitar las tragedias, el hambre, las guerras""Si Dios existe por qué no acaba de revelarse"... tonterías y más tonterías.

Un amigo me decía que no creía en Dios, pues los niños morían de hambre, eran maltratados, el mundo estaba lleno de enfermedades, habían demasiados problemas en este planeta para creer en Dios. No se cansaba de negar a Dios, de culparlo.

Le dije no te entiendo. Dices que Dios no existe y te pasa acusando a alguien que no existe. Si Dios no existe puede ser una verdad a media, pero aun con la no existencia de Dios, los problemas están. Así que los problemas de este mundo no son culpa de Dios sino de los hombres.

Dios no tiene culpa de las guerras, las guerras las hacen los hombres. Jesús nos enseñ a amar a nuestros enemigos, no a matarlos.

Dios siempre ha querido que la humanidad viva sin problemas. Jesús mismo trajo las soluciones a este mundo. Jesús estableció el sistema perfecto de convivencia social. Jesús le dio a la humanidad las herramientas para acabar con los problemas del planeta. Jesús nos dio el arma más eficaz para acabar con todos los problemas del planeta. El amor.

Pero no sólo nos dio el amor sino que nos dejó a un representante, a un líder que puede destruir las fuerzas del mal. Jesús nos envió a su líder poderoso capaz de ordenar a este mundo, capaz de acabar con las enfermedades, capaz con terminar con los fenómeros naturales. Jesús nos envió un poder capaz de acabar con todos los conflictos, con todas las calamudades.

Pero de la misma manera que la luz vino al mundo y el mundo la rechazó, de esa misma manera rechazan al Espíritu Santo. Jesús le dio poder a la iglesia para sanar enfermos, para mover los montes, para calmar las fuerzas de la naturaleza, para vencer a los demonios. Jesús no dejo una iglesia muerta, indefensa, Jesús dejó una iglesia poderosa capaz de vencer todos los obstáculos del mundo.

Pero la humanidad, las naciones del mundo no han creído, siguen con sus muñecos, con sus líderes de carne y huesos, siguen con sus ritos, con sus mentiras, con sus falsantes. 

La humanidad se enfrenta a la peor de las crisis en toda su historia. Es incre161ble que luego de alcanzar el más alto nivel de tecnología, de ciencia, de civilización hoy estemo en el más bajo nivel de espiritualidad.

El ser humano no es un animal más, no importa cuan parecido sea nuestro cuerpo con las bestias del campo, no importa que nos hayan incluido entre los mamíferos, los vertebrados, los implume, no importa lo que digan los evolucionistas, no somos animales, sino un ser distinto cuya estructura es similar a la Trinidad. Somos distintos a los animales, pues tenemos un espíritu que nos permite comunicarnos y percibir la realidad espiritual que escapa a nuestros sentido.

Esa realidad espiritual que niegan los seres que gozan de mucha inteligencia, los intelectuales, muchos científicos, los más eminentes pensadores es la verdadera realidad.

La realidad material, física, sensoria es una muy limitada sometida a leyes simples que le ha costado mucho trabajo al hombre descubrir las mismas. La realidad física, la realidad material es una que se percibe con los sentidos, y al ser percibidad por los sentido la misma puede ser distorsionada.

La realidad física es engañosa, pues los sentidos son los peores engañadores del mundo, a veces vemos lo que no es, a veces lo que es se nos presenta como si no fuera.
La realidad espiritual es revelada al espíritu, nunca puede ser distorsionada, pues proviene de Dios mismo.

El mundo ignorada esa gran verdad, vivimos como viven los animales en medio de la selva, vivimos en continuo movimiento tratando de cazar a una presa, tratando de devorarla, tratando se aplastar al otro.

Nunca vamos a alcanzar el más alto nivel de humanidad mientras sigamos confiando en lo que nuestros sentidos nos presentan. Ignorar a Dios, ignorar esa realidad espiritual es ignorar a los microbios porque no se ven a simple vista.

Ignorar a Dios es no querer saber la verdad absoluta, pues hay una verdad, no muchas verdades y esa verdad sálo se recibe cuando estamos dispuesto a permitir a Dios en nuestras vidas.

Las naciones del mundo ignoran ese camino, ignoran que Dios puede intervenir si se lo permitimos. Dios siempre ha estado presente en medio de la humanidad. Hay tantos ciego que no son capaces de ver a Dios, de sentirlo, de ppercibirlo. Están en este planeta y parece que están en otro. ¿Cómo ignorar una mente creadora cuando estamos presente en medio de un planeta repleto de inteligencia, de grandiosidad, de armonía?

Hay que ser tonto, ignorante, ciego, soberbio para no percatarse de la presencia de Dios en nuestras vida. Los ateos no encuentran a Dios y jamás lo encontrarán, pues buscan por el camino equivocado. No es el camino de la razán, de la lágica, es el camino de la fe, de creer que las cosas son aunque seamos incapaces de percibirlas. Esa es la gran visión de un hombre. Creer que las cosas son aunque no podamos verlas, sentirla, tocarlas, oírlas. Es saber que todo está ahí, aunque seamos incapaces de observarla.

Cuando un padre mira a su pequeño niño piensa que será un gran hombre, un cirujano, un político, un intelectual, un hombre de provecho, un gran ciudadano, lo cree, est∞ convencido que ese peqieño llegará a ser un gran individuo. Cuando un gran cocinero percibe una receta sabe que podrá realizar un plato exquisito. Lo sabe, sabe que le saldrá bien. Esa es la sustancia de la fe. Creer que las cosas son, serán como las pensamos.

No podemos buscar a Dios en medio de la lágica, pues Dios es todo lo contrario, es ilógico. No podemos perciibir a Dios mediante la razón, pues Dios no resiste la misma. Todo es irracional, pues el método que utilizamos para encontrar a Dios es irracional.

Así quede la misma forma en que nosotros erramos al taratar con Dios, las naciones hacen lo mismo. Las naciones del mundo siempre se han creído la gran cosa, sus gobernantes han sido tontos que han creído que el poder reside en ellos. Es como Sansón quien pensaba que su poder residía en su cabello largo. Su poder provenía de una fuerza insible llamada Dios. Provenía del Espíritu de Dios y no de su cuerpo.

Así se han creído todos los tontos de la historia. Faraón se creía un dios y su imperio fue hecho cenizas. No hay nación que haya retado a Dios que haya sobrevivido. No hay sistema ideológico que haya podido apagar la fe de los creyentes. Venimos al mundo impregnado con la idea de nuestro Creador. No hay producto producido por los humanos que no lleven la marca de su productor. Por eso ha sido imposible eliminar a Dios e nuestro pensamiento. LLevados la marca en nuestro DNA. Nadie se ha podido escapar a esa realidad. No hay cultura por más primitiva que sea que no haya experimentado la idea de Dios.

Así que es absurdo que las naciones ignoren esa realidad, ignoren la presencia de Dios, ignoran que nuestro Creador siempre ha estado presente entre nosotros. 

Dios ha estado presente en medio de la humanidad desde el mismo día que fuimos creados. Durante estos seis mil años la presencia de Dios ha estado presente en este planeta.

Durante casi 3000 años Dios estaba en medio de una nación, de una nación cuyo fundador probó su fe verdadera. Dios llamó a Abraham y Abraham escuché su voz. Aquel hombre encontró al Dios viviente, Dios se le reveló. Abraham nunca hubiera sabido que existía un Dios Viviente si este no se le hubiera revelado. Abraham venía de una tierra de idolatría, una tierra en la cual los seres humanos creían en dioses falsos, dioses sordos, mudos, cojos.

Todas las naciones de aqellos tiempos servían a dioses falsos, dioses carente de personalidad, eran ídolo creado por los hombres, realmente ninguno de esos dioses probó que existía, nunca se comunicaron con sus adoradores. Es el Dios que se le reveló a Abraham quien demostró su existencia.

Dos habitó en medio de la familia de Abram. Dios seleccionó a Israel como su pueblo, pues las demás naciones estaban detrás de falsos dioses. El Dios de Abram demostró ser un Dios distinto, uno de poder, uno que intervenía con la humanidad, uno que dictaba pautas y leyes, uno que mostró su grandiosidad, su misericordia, su justicia.

Dios Padre habió en medio de la casa de Israel, su presencia estaba en el Tabernáculo, en el Arca del Pacto, en el primer templo construido por Salomón.

Dios Padre siempre estuvo involucrados en los asuntos de Israel, tenía sus líderes, sus profetas, elegía sus reyes. El Dios de David, era un legislador, un Dios sabio que mantenía una continua relación con su pueblo.

Así que Dios mismo era quien determinaba los que su pueblo debía hacer. MIentras Israel caminaba bajo la dirección divina, mientras era obediente, mientras confía en ese Dios de poder, las cosas marchaban a las mil maravillas.

Pero esta nación se corrompió, se olvidó del Dios de Abram, se olvidó de donde lo sacó, se olvidaron de rendirle culto y adoración y se fueron detrás de los baales, de los falsos dioses, dirigidos por falsos profetas.

Y cuando los judíos se olvidaron de Dios, Dios no se olvidó de ellos. Luego de Moisés y Josué la nación hizo lo que le daba la real gana. Dejaron el camino recto para escoger el camino torcido, dejaron el camino de la luz para tomar la senda de las tinieblar, dejaron de odorar a un Dios vivo para ir detrás de ídolos de madera, oro, plata, bronce, dejaron la majestuosidad del Creador para servirle a los baales.
Se olvidaron de hablarle a los hijos las grandezas que Dios había realizado en medio de ellos, se olvidaron de sus preceptos, de sus leyes, fueron desobediente a Dios y cometieron el error de pedir a Dios que le nombraran un rey.;

Esta nación quien había sido testigo de la grandeza de Dios, ahora le da la espalda y piden que sea un hombre quien los dirija y no el mismo Señor. Rechazaron al Dios que los libertó del yugo egipcio. Rechazaron al Dios que había pactado con ellos en el monte Sinaí, rechazaron al Dios de Abram, de Isaac, de Jacob, de Moisés para ir en pos de dioses ajeno.

Es aquí que Dios decide no dirigir directamente a su pueblo y permite que Isarael escoja a su rey. Así que ahora todas las naciones del mundo están bajo la dirección humana y no bajo la dirección divina. Israel expulsó a Dios de su nación, rechazaron al Creador, rechazaron al Dios Padre y cayeron en las redes de la maldad.

Así que Dios siempre estuvo dirigiendo a Israel hasta que Saél fue nombrado rey en el año 3034 después de Adán de acuerdo al calendario divino. (Saúl- 3034-3074) Reinó 40 años.

Es triste este momento para toda la humanidad. Dios había establecido una teocracia, en la cual él en persona dirigía a Israel y luego todas las naciones del mundo seguir161an el ejemplo judío, pero Satanás una vez más hizo que los seres humanos obviaran a su Creador.

La historia de Israel es muy conocida, aun hoy viven obviando a Dios, ahora confían en su arsenal atámico, confían en su ejército, en su aviación, en sus bombas, en sus riquezas. Isarael sigue viviendo de espalda a Dios, es una nación que se ha apartado de la senda correcta, han delineado sus propios senderos y se han olvidado de la senda antigua.

Pero Dios ama a su pueblo, no porque la nación judía se lo merezca, sino por el amor que Dios siente por los patriarcas, por Abram, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué

Dios estableció una teocracia en Israel. Estaba presente en su historia, estaba presente en cada israelita, estaba presente en el templo que construyó Salomón, estaba presente en el Arca del Pacto, estaba presente en los campos de batalla. Dios nunca abandonó a su pueblo, sus ángeles recorrían los campos de batalla de los enemigos, Dos siempre estaba con ellos, pero ellos no supieron apreciar aquel amor sublime que Dios sentía por ellos.

Lo que Dios quería para Israel era lo que quería para todas las naciones del mundo. Pero Israel se corrompió y le dio la espalda. Israel asesinó a los profetas que Dios le enviaba, se apartaron de la Leyd de MOisés, hicieron todo lo contrario de lo que hicieron sus padres.

Israel sería el modelo de convivencia social gobernada por una teocracia perfecta. Pero ellos prefirieron una monarquía, escogieron el camino del resto de las naciones, escogieron a un rey y aquel rey se corrompió y se apartó de Dios.

Así que el ser humano tuvo esa oportunidad de sentir la presencia del Dios Padre en cada nación, pero los seres humanos se olvidaron de Dios, se perdieron en el fango, en el lodo, en el cieno, hicieron sus propios proyectos de convivencia social, dividieron la sociedad en clases sociales, se erigieron dioses y se olvidaron del buen gobierno que Dios quería para todos.

Así que Dios se apartó. Dios le dijo a Samuel: "NO te rechazan a ti, sino a mí es a quien rechazan".

Isarael rechazó al Dios Padre, rechazaría al Dios Hijos y rechaza al Dios Espíritu Santo. Ellos se han olvidado de Jehová y de sus grande obras.

Sin embargo Dios nunca se ha olvidado de ellos y hoy los reéne como la gallina reúne a suss pollitos, pues aunque Israel se ha olvidado de Dios, su destino final no está en manos de hombre, sino en manos de aquel Dios que los sacó de Egipto y los libro del Holocausto de Hitler.

Hoy regresan a las tierras sagradas, las tierras por donde caminó Abram, las tierras sobre las cuales pisó Jacob, Isaac. Moisé. Hoy regresan, luego de 1878 años de vagar por nuestro planeta, hoy regresan de todos los rincones del planeta para que se cumpla la profecía de su retorno, pero hoy Dios los llama y los reún, no para bendecirlos, sino para que vivan la terrible experiencia de la Dictadura del Anticristo. Ellos se han olvidado de Dios, ellos confían en su poder mlitar, en sus armas sofisticadas, en su extraordinario ejército, ellos confían en Estados Unidos, ellos confían en su poder, en sus riquezas, pero se han olvidado de Dios, pero Dios los llama para una vez mós mostrarle su poder, su misericordia y su perdón.

Las naciones del mundo se olvidan de Dios, confían en sus hombres de Estado, confían en sus arsenares atámicos, en sus armas secretas, lo que ignoran las naciones del mundo es que nada servirá contra la dictadura del diablo. Nadie podrá detener lo que ha sido establecido por Dios. Todas las naciones del mundo sufrirán grandes castigos y plagas y serán entregadas al mismo Satanás.

El mundo verá espantado lo que pronto ha de ocurrir, mas la iglesia de Cristo espera ese día glorioso de salvación. 

Los ingenuos, los sabelotodo, los científicos, filósofos, ateos, los grandes pensadores de la historia siempre han creído y sostenido que Dios es una creación humana, que existe la necesidad sicológica de creer en algo, que Dios es producto de la imaginación, de la impotencia del hombre ante la naturaleza, para otros Dios es un invento de la clase dominante para mantener esclavizada al resto de la humanidad. En fin, son tantos y tantos los que niegan la existencia de Dios, que no vale la pena argumentar sobre el particular.

Lo cierto es que Dios siempre ha estado en medio de la raza humana. Ha estado presente en la historia de Israel, pero también en la historia de Egipto, de Asiria, del Imperio Medo, del Imperio Pera, del Imperio Griego, del Imperio Romano. Dios ha estado siempre en el centro de la historia de todas las naciones del mundo. No sólo ha sido el Dios de Israel, sino el Dios de las naciones del planeta.

Negarlo o creerlo no es un asunto relevante para Dios. El ha existido por toda la eternidad y el hombre apenas apareció hace unos segundos sobre este maravilloso planeta. Así que la existencia de Dios no depende de si creemos o no, pues él fue primero que todas las cosas. El fue el motor impulsador de todo el Universo, el principio de todo movimiento que puso en marcha todo cuanto existía en reposo.

Dios se manifestó a través de Abram, fundó una nación sobre este gran hombre y todavía hoy mantiene una relación cercana con todas las naciones del mundo.

Dios quiso que el ser humano reconociera su error, que volviera a la senda antigua, que volviera a su presencia, pero los humanos cada día se iban apartando más y más, dejaron a un Dios Viviente y crearon toda una teología de falsos dioses, dioses de madera, de bronce, de plata, de oro. Las naciones del mundo construyeron hermosos templos a sus falsos dioses, dioses sordos, mundos, cojos. Hicieron de sus reyes dioses, ídolos y le rindieron culto y adoración.

Las anciones del mundo no reconocieron al Dios de Israel e Israel se apartó tambión de Dios. La humanidad completa hizo caso omiso a su Creador y toda la raza humana estaba bajo el dominio de Satanás, viviendo en tinieblas, sin esperanza, si la mínima oportunidad de retornar a su Señor.

El mundo completo cayó bajo el poder de las tinieblas, dejaron a Dios y aceptaron a los falsantes, dejaron de adorar al Dios de los dioses para adorar a sus ídolos, a sus gobernantes.

El mundo entero estaba en medio del mar, en medio de la tempestad, sin rumbo fijo, navegando a la deriva. Los seres humanos crearon sus propios estilo de gobierno, rechazaron la teocracia y aceptaron la mornarquía. la dictadura.

Los seres humanos expulsaron adIos de sus vidas, pero Dios siempre estuvo presente para todos aquellos que lo recibía.

Los ateos quieren una prueba de Dios y esa prueba de Dios es Jesucristo. La mayor evidencia de que existe un Dios es Cristo. Por eso el diablo siempre ha tratado de destruirlo, de calumniarlo, de ridiculizarlo. Jesús es la más fiel prueba de la existenca del Dios de Israe;. POdrán negar la existencia de Dios Padre, pero jamás podrán negar la existencia histórica de Jesucristo. Y Jesús decía que venía del cielo, que era el Hijo de Dios y que Dios y él eran la misma persona.

No hay líder religioso en todo el mundo que se atreviera a afirmar tal cosa. Pero Jesús siempre sostuvo que el Padre y él eran la misma persona. Por eso los fariseos lo odiaban, lo rechazaban,

Mucho se ha hablado de Jesús, de su naturaleza, su misión, su vida. Algunso lo glorifican, otros se deleitan buscando la forma de destruir su historia, su verdadera identidad. El nacimiento de Jesús fue profetizada desde el mismo principio de la creación. En Génesis 3:15 se promete su llegada, de define su misión y su poder para destruir a la simiente de la mujer.

Todos los profetas del Antiguo Testamento hablaron sobre él, todo lo que dijeron se cumplió al pie de la letra. Todas las profecías identificaron al Jesús como el Mesías, como el Ungido de Dios.

Es increíble como cada detale de su vida había sido anunciado miles de años, es increíble que Isaía nos mostrara como en una pantalla de cine cada detalles de su pasión y muerte.

Jesús llegó a etse planeta 3995 años después de Adán, cinco años antes de nuestra Era Cristiana de acuerdo al Calendario de la Biblia. Doce añosa más tarde se presentó al templo para mostrarse como el Cordero de Dios, era el año séptimo de nuestra Era. Cada siete años Israel debía inmolar un cordero para limpiar sus pecados. En ese primer séptimo año de esta era el Cordero Perfecto se presento en el templo, pero nadie comprendió lo que estaba sucediendo. Por eso María y José se sorprendieron de la respuesta del niño: "en los negocios de mi Padre mi conviene estar". Ciertamente que Jesés comprendía lo que estaba haciendo. Estaba visitando el templo como el Cordero que iba a ser sacrificado por toda la humanidad.

Así que el Señor comprendía desde su niñez su misión redentora. Los judíos estaban turvados por Satanás, se perdieron en la ignorancia y jamás aceptaron que aquel hombre era el Hijo de Dios, el Ungido, el Profeta que había de venir, el Redentor de los seres humanos.

Dios mismo estaba en medio de Israel, per o Israel no lo comprendió. "El que me ha visto a visto al Padre, porque el Padre y Yo somos la misma persona". Esas palabras eran duras para el pueblo, especialmente para los sacerdotes, el sumo sacerdote, para los religiosos y aun para el pueblo. ¿Quién era aquel hombre que se autoproclamaba ser Dios?¿Quién era aquel predicador que decía que venía del cielo, que su Padre era Dios mismo?¿Quié era aquel hombre que decía que era primero que Abram?¿Quién era aquel hombre que decía que podía perdonar pecado?¿Quién era aquel hombre que podía detener los vientos, sanar los enfermos, silenciar las tempectadades, caminar sobre las aguas?¿Quié era aquel hombre que se enfrentaba al poder religioso de Israel?¿Quién era aquel hombre que podía resucitar a los muertos?¿Quién era aquel hombre que había alborotado a la nación judía?èQuién era aquel hombre que era capaz de leer los pensamientos?

¿Quién era aquel hombre que aun en su muerte era capaz de perdonar a los que lo mataban?

Curioso, pero cierto. Aunque los hombres tenían sus dudas respecto a la naturaleza de Jesús, los demonios sabían muy bien quien era Jesús. Sabían que era el Hijo del Altísimo, sabían que aquel carpintero tenía poder sobre las tinieblas y que un día destruiríal reino de Satanás y acabaría con la maldad sobre el planeta.

Algunos alegan que Jesés pasó sus 18 años estudiando en la India o con una secta de aquellos tiempos. Pero la Biblia es clara. Jesés estuvo todo el tiempo en Israel. Sus años entre los 12 y los 30 los pasó preparándose en el desierto. Juan el Bautista confirma esto cuando dijo: ""Yo soy la voz de uno que clama en el desierto". Juan sabía donde estaba Jesés, conocía que el Señor se preparaba para su ministerio de 1260 días. Jesús mismo le mostró a sus discípulos donde vivía, y les aseguro que era imposible que estuviera en la India.

Otros dicen que Jesús no murió en la cruz, que tenía un hermano gemelo, en fin las mismas mentiras que hoy se propagan en el cine eran las mismas que se divulgaban en su tiempo. Pues Satanás no ha perdido el tiempo, pues sabe que está vencido y que pronto será destruido, pero antes de ser destruido arrastrará a millones al infierno con sus mentiras.

Jesús es la evidencia más grande de la existencia de Dios, de la existencia de un tercer cielo fuera de este universo. Jesés confirmó que el universo no es otra cosa que la redsidencia de los humanos, que Dios está fuera de este universo y que él proviene de ese lugar maravilloso.

Jesús jamás negó su naturaleza divina, todo el tiempo sostuvo que era el Hijo de Dios, que no era de este mundo, que su reino estaba en las profundidades del universo. Jesús jamás negó que fuera Dios mismo, él fue categoárico con Felipe: El que me ha visto, ha visto al Padre", Jesús afirmó que él volvería al tercer coelo, pero enviaría a un Representante, al Espíritu Santo.

Así que la presencia de Cristo en este planeta era la presencia misma de Dios. Pero de la misma manera que los fariseos no creían en esto, así ocurre hoy en día. Muchos afirman que Cristo era un falsante, que no era divino, que era un hombre pecador, hasta algunos dicen que nunca exitió.

Yo p-odría no creer en Jesús, podría negar que realmente estuvo entre nosotros, podría creer que todo cuanto se escribe de él en los evangelios es mentira, podría inclusive no creer en Dios, pero no puedo descartar la historia, los hechos, los sucesos.

Es imposible que miles y miles de seres humanos se entregaran a la muerte por un falsantes, que un Pablo, un hombre que lo tenía todo, lo dejara todo por seguir a este "loco" que se había proclamado Dios". Es imposible negar que los discípulos, quienes huyeron la noche del arresto de Jesús, que vivían escondido, de la noche a la mañana salieran de sus escondites para proclamar que Jesús había resucitado de entre los muertos como había dicho.

Quien no quiera creer que no crea, quien quiera creer que todo esto es mentira que lo haga, quien quiera creer que Dios es un invento de los hombres que lo crea, pero ciertamente no podrá negar que Jesús existió. O Cristo era un loco o era lo que decía que era, Y si Jesús es lo que dijo que era, entonces tenemos un grave problema, pues un día estaremos ante su presencia, ya no como un loquito que se proclamaba en la tierra como Hijo de Dios, sino como lo que es, Rey de reyes y Señor de señores".

Que se preparen todas las naciones del mundo para ese gran día, cuando todos conocerán la gran verdad de Jesucristo. Los reyes del planeta han de temblar y los religiosos mediocres lloran por su maldad. LLegará la hora en que Israel comprenderá su gran error. Rechazaron al Padre y rechazaron al Hijo. Las naciones del mundo verán que sus dioses eran falsos, que su poder era igsinificante, que sus arsenares atámicos de nada le servirán. LLegará la hora en que todo el planeta habrá de quedar asombrado ante la figura del Cristo que fue inmolado en la cruz. Que nadie crea que Jesús volverá en secreto, a escondida.¡No!m Jesús vendrá con gloria y con poder, vendrá con el ejército más poderoso jamás visto, vendrá con millones de ángeles, aparecerá en un nube maravillosa y levantará a su iglesia ante la mirada incrédula de todas las naciones del mundo que no creyeron.

Jesús fue claro, vendrá un día a buscar al rebaño y llevarlo ante la presencia de su Padre.

Así que Dios mismo, en la persona de Cristo habitó entre nosotros. Y todavía hay quienes dicen que Dios no existe, que se encuentra lejos y que ignora lo sucesos de la humanidad. Jesús se presentó como el camino, la verdad y la vida. Nadie podrá ir al Pdre si no crre en Jesús. Las religiones del mundo son una amalgama de tonterías. Sólo hay un camino de retorno al Padre, sólo hay una puerta segura para entrar, sólo hay una senda. Las religiones del mundo, las religionies de las naciones sólo sirven para sembrar divisiones, odios, separación. Jesús vino para salvar al mundo, no para condenar al mundo. Las relif=giones condena , no salvan.

Las naciones deben confiar en Jesús, deben seguir el sendero que él nos mostró. Debemos aceptar la verdad de Cristo, si deseamos ir de regreso al Tercer Cielo. 

Las naciones que le dan la espalda a Jesús van a la deriva, son nubes sin agua, barcos sin capitán, hojas llevadas por el viento. Isarael perdió la oportunidad de ser gobernadas por Cristo, perdieron al mejor de los Reyes. Jesús tenía todo el poder del mundo para reinar, para libertarlos del yugo romano, pero ellos no creyeron en el Enviado de Dios.

Ningén hombre que ha pisado este planeta ha tenido el poder que tenía mi Señor. Jesús no solamente tenía poder sobre las fuerzas de la naturaleza, sino que tenía poder sobre el gobierno de las tinieblas. Jesés podía conocer el pensamiento de todos los hombres, era capaz de sanar todo tipo de enfermedad, estaba lleno de sabiduría e inteligencia, no tenía prejuicios ni paradigmas, son corazón rebosaba de amor y de misericordia.

Así que las naciones del mundo que tengan a Jesés como su Rey y Señor serán naciones victoriosas. Pero como dicen las Escrituras, "la luz vino al mundo, pero el mundo rechazó la luz y se abrazó a las tinieblas, negaron al escogido de Dios y aceptaron a Barrabás.

La humanidad se ha negado a vivir de acuerdo a lo que nos enseñ el Señor, hemos descartados sus principios del buen gobierno para poner en práctica gobiernos de maldad, de corrupción, de injusticias. Los gobernantes del mundo han puestos sus mirada en lo malo, en las guerras, en la avaricia, en la torpeza e imprudencia, han expulsado a Dios de sus aulas escolares, de sus universidades para enseñar necedades y mentiras. Prefieren decir que son descendientes de un tronco comán con una bestia que afirmar que fuimos crados por un ser de infinito poder e inteligencia.

Mientras la naturaleza nos muestra una armnía soeprendente, mientras cada fruto nos demuestra un grado increíble de perfección, mientras la creación nos muestra un maravilloso sistema de organización, los sabios de este mundo nos dicen que todo proviene del caos, del azar, de la casualidad.

El mundo nos habla maravillosamente mediante un lenguaje matemático universal, los seres humanos nos hablan de estupideces, de necedades.

Jesús nos enseñ la verdad, nos dijo que venía de un lugar maravilloso, nos prometió llevarnos a ese lugar, a darnos una morada. Jesés nos prometió una vida eterna en las mansiones celestiales, nos habló de un cielo y una tierra nueva, de una vida llena de esplendor, de bendiciones. Jesés nos enseñó que todos somos iguaes, que no hay hombre superior a otro, que todos somos hermanos, que todos debemos ser servidores, que debemos comartir con los que nada tienen. Jesés nos enseó que podemos vencer al mal, que podemos vencer las huestes del diablo, que podemos tener un mejor mundo lleno de amor, de dignidad, de respeto, de misericordia.

Pero tal como Israel rechazó al Dios Padre, también rechazó al Dios Hijos. Dios quizo habitar en medio de la humanidad y la humanidad lo echó fuera. Negaron a Dios y se abrazaron al diablo, al malo, a la serpiente antigua, al dragón, a Satanás. Echaron a Dios de sus vidas y han permitido que sea Satanás el invitado de honor.

En vez de crear un mundo de amor, de respeto, de justicia han creado un mundo de odios, de guerras, de falsas religiones, de corrupción.

Los gobernantes en vez de poner sus miradas en Jesés se tornaron en pos del poder, la avaricia, el abuso, la violencia, la maldad. Dejaron el camino estrecho de la vida eterna para caminar por la senda espaciosa que lleva a la condenación, proclamaron dioses a sus pequeños gobernantes y se olvidaron del Glorioso Hijo de Dios.

Jesés nos habló de una tierra de leche y miel y los hombres han convertido el planeta enn un lago de muerte, de incertidumbre, de angustia, de dolor, de penas y calaminades. Hay la tecnología para que cada ser humano viva decentemente, para que cada familia tenga un hogar, alimentos, salud, educación, pero hemos permitido que unos pocos se roben las riquezas del planeta marginando a millones a la miseria. Preferimos utilizar nuestros recursos en armas destructivas, en vez de construir escuelas, hospitales, centros de diversión para todos.

La sombra de la miseria, del hambre, de la ignorancia arropa el planeta. Convertimos a nuestros jóvenes en marionetas que se destruyen en las guerras, en los conflictos estúpidos, Hemos negado al autor de la vida para creer en seres enfermos, enloquecidos, llenos de maldad y de horror.
¿Qué más podemos pedir de Dios? Primero él personalmente intervenía con su pueblo, fue rechazado por un rey; luego envió a su Hijos y éste fue crucificado. ¿Qué otra cosa puede hacer Dios para que nosotros nos tornemos a él? 

Dios siempre ha estado presente en medio de la humanidad. Siempre ha estado entre la familia humana. Adán y Eva dialogaban con Dios. Todo marchaba bien hasta que Satanás se presentó en el huerto con un ofrecimiento muy tentador. El ser humano podía escoger otro camino que no era el sendero que su Creador le había indicado.

La alternativa que le ofrecía el diablo erauna nueva, una que cautivaba, una que despertaba la curiosidad en la pareja, era una nueva hipótesis. El hombre sería como su Creador, sería un dios. Así que pudo más las mentiras de Satanás que la verdad de Dis.

La propuesta era tentadora, era atractiva, sugestiva. "Ser como Dios",Ser como su Creador. Sonab bien al oído. Era muy difícil rechazar aquella idea.

Esa ha sido la misma historia durante estos seis mil aÑos. Hemos escogido el camino spacioso,e sendero de las tinieblas, la ruta de la guerra, el odio, la venganza, la impiedad, la injusticia. Tenemos en nuestras manos las riquezas y la tecnología para crear un paraíso en este planeta y hemos decidido crear un infierno de dolor, sufrimiento, violencia.

Las naciones del mundo han tomado la vereda equivocada, han esgido a gobernantes corruptos, a seres que no tienen a Dos en sus pensamientos, a seres que juegan a sr dios, que son manipulados por las fuerzas del mal. Las naciones del mundo han escogido a sus gobernantes sabiendo que no temen a Dios, que conducen a su gente por la vereda equivocada. Hombres y mujeres que no saben que darle la espalda al SeÑor es caer en las redes de las fuerzas del mal. Las naciones sin Dios son naciones que van rumbo al fracaso, a la desesperación, van a dar contra las rocas y será sunidas en la miseria.
Dios siempre ha querido estar en nuestro medio, lo hizo en la antiguedad lo hizo en tiempos de Cristo y hoy todaví lo ntenta.

Es el hombe quien se ha alejado de Dios y no Dios quien se ha alejado el hombre. El mundo acusa a Dios de estar auente, de estar lejano, de estar cruzadado de manos mientras nos sumimos en las tinieblas. Los ateos se llenan la boca acusando a Dios de todos los malesque nos afecta de estar ausente, de no xistir, de ser una mentira de las religiones, de ser un fracaso, de ser el responsale los males del planeta.

Es absurdoacusar a un Dios que no existe, los males del planeta son las consecuencias de las acciones de los hombres y no de lasinjusticias del Creador. Dios siempre ha querido dirigir a a humanidad por la ruta de la luz, por la ruta del amor, de la misericrdia, de la libertad, de la justicia.

Dios siempre ha buscado ser el faro que ilumina a la humanidad, pero los seres humanos lo hemos rechazado una y otra vez.

Las naciones del mundo ha decidido escoger el camino equivocado. El sendero de a corrupción, la idolatría, la guerra, las injusticias. Las naciones del mundo han abrazado falsas religiones y han rechazado el evangelio de Jesucristo.

Las naciones del mundo han escogidoa los hombres y los han dotados de títulos,de falsos atributos, los han constituido como representante de Cristo, cuando Jesús fue claro y expresó que su Representante era el Espíritu Santo.

Jesús conocía su tiempo, conocía los planes de su Padre, Jesús conocí muy bien la profecía de Daniel. Sabía que el "deso;ador" sería lanzado en medo de los hombres, sabía que cuando él entregara su Espíritu aDios, el diablo sería lanzado defintivamente a la tierra. Jesés lesadvirtió a sus discípulo que el "príncipe de este mundo llegaría" y que dicho príncipe nada tenía con él.

Así que sabe que Satan◙s buscará los medios para destruir a su iglsia, para acabar con tdos los discípulos, con toos sus seguidores. illones de ángeles, demoios y entdades de las tinieblas fueron expulsado del cielo y su morada sería este planeta.

Estamos invadidos pr los seres más despiadados, por dmonios, por gobernantes de las tinieblas, por hueste del mal.

¿Cómo Dios iba a dejar un representante humano para dirigir auna iglesia universal nvisible?¿Qué hombre en este plaeta tiene poder para comabatir a este ejército de maldad? No, mi hermano, Jesés no dejó a minguna persona para dirigir, proteger a su pueblo. Dios enviá al Espírit Santo. Esá en medio de la humanidad pero la humanidad no le conoce, pues nda en pecado, en desobediencia, en idolatría, en senderos de maldad.

Dios enviá al Espíritu Santo para que dirigiera a su Iglesia Universal, a esa iglesia invisible constituida por todos los creyentes del mundo que adoran y alaban a Dios en espíritu y en verdad, A sa iglesia sin jeraruías de poder, que sempre está unidad, pues es el mismo Dios, en la persona del Espíritu Santo que la dirige.

Jesús dijo que el Espíritu Santo nos guiaría a toda verdad, nos recordaía sus palabras y sobre todo dotaría a la iglesia de Cristo de poder. Es el Espíritu Santo quien administra los dons espirituales. Sin él nada podemos hacer contra las huestes del m.

Así que las naciones del mundo una vez más han rechazado a Dios. Rechazaron al Dios Padre, crucificaron al Dios Hijo y hoy blasfeman al Dios Espíritu Santo. No es que sean tres dioses, sino uno, uno Todopoderoso que nos ama y que siempre ha estado presente en este planeta.

Hemos rechazado la luz y nos hemos sumergido en las tinieblas. Hemos vivido ignorando la presencia de Dios, hemos actuado como si no existiera esa inteligencia superior que lo creó todo. 

Dios siempre ha estado al lado de la humanidad; Dios habitó en medio de la nación judía, pero Israel prefirió a un rey y echó fuera a su libertador. Dios se moví en medio de este pueblo mostrand su poder, su gloria, su majestuosidad, su grandeza; pero ellos se hicieron los locos e hicieron lo malo delante de su Crador. Cuando los pastores de esta nació se corrompieron, se apataron de la senda antigua Dios mismo decidió venir a ser l pastor por excelencia. Dios en la persona de cristo vino a reunir a las ovejas descarriadas, a las perniquebradas, a las inocentes. Dios mismo caminó por las calles polvorienta de la viej,Jerusalén.

La nación judía rechazó al Dios vivo y recibió al homicida, al asesino, al delincuente, al ladrón, al hijo de las tinieblas, a Barrabás y rechazó a la luz del mundo.
La soberbia de los judíos es la misma soberbia de la umanidad. Ellos rechazaron al Cordero de Dios y le crucificaron, se llenaron de maldad, de perversidad. Ellos cayeron bajo el dominio de las tinieblas, aceptaron al príncipe d las tinieblas y echaron fuera al Príncipe de los príncipes.



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