viene a su mente apocalipsis ¿no es así? Esta isla es más famosa por
esta razón, que porque ella misma fuese atractiva o tuviera alguna
belleza sin igual. Es Juan, el que la hace famosa al nombrarla en
apocalipsis 1:9 “Yo Juan, vuestro hermano […] estaba en la isla
llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de
Jesucristo.” (Ap. 1:9) (Énfasis añadido) de ahí en adelante todo
hombre que ha leído apocalipsis, recordará la isla porque ahí recibió
la revelación el apóstol Juan. Patmos del griego: Pat,t, moj.
¿Cómo era la isla de Patmos? En cuanto buscamos
información sobre dicha isla, las primeras palabras que se nos dicen
son: “Isla rocosa” esto indica que no es un lugar bello, y mucho
menos lo era en tiempos de Juan, según Barclay: la isla “tiene 15
Kilómetros de largo y 8 de ancho, y una forma de media luna con los
cuernos hacia el Este.”,[1] Realmente no es una isla de tal magnitud
que pueda impresionarnos, sin embargo, esta información varía
dependiendo del libro que consultemos para buscar información sobre
la isla, ya que va de entre 12 a 16 kilómetros de largo, y de 5 a 9 de
hacho. También se nos dice que es una isla del mar Egeo.
Actualmente una de las cosas que atrae a las personas a la isla,
es una cueva de la que se dice que en ella escribió Juan el libro de
apocalipsis. Le llaman: “la caverna de Apocalipsis”
Dios escogió Patmos para dar la revelación. Esto lo afirmo
a raíz de conocer que es precisamente en la isla, donde Juan recibió
las visiones de apocalipsis, Dios pudo haber decidido dar a Juan el
mensaje en otro lugar y en otro tiempo, sin embargo ése era el lugar
y el tiempo adecuado. El hecho de que Dios haya determinado dar la
revelación en la isla, sólo indica que algo pasaba dentro y fuera de
ella, es decir, en las ciudades donde estaban las iglesias a las cuales
fue dirigido el libro de apocalipsis. Dentro de la isla se cree que Juan
estaba sujeto a trabajos forzados, ya que según la tradición de la
iglesia primitiva, él fue desterrado a Patmos en el tiempo en que
Domiciano reinaba sobre Roma, y la causa por la que le desterraron
nos la dice el mismo Juan: “por causa de la palabra de Dios y el
testimonio de Jesucristo”. Si él se encontraba ahí por esas razones,
es seguro que no estaría cómodo, pues así como Pablo anhelaba su
libertad para seguir predicando (Filemón 22) de igual modo es seguro
que Juan también anhelara su libertad. Fuera de la Isla necesitaban
palabras de aliento, los hermanos estarían orando por Juan, como lo
hicieron los que oraron por Pedro, cuando este fue encarcelado
(Hechos 12:11-16), y esto porque la isla también era una prisión
para Juan, además de que el libro de apocalipsis y la historia nos
anuncia que tampoco los creyentes que vivían en las otras ciudades,
fuera de la isla, la pasaban muy bien, y necesitaban dicha revelación
porque también tenían tribulaciones.
El tiempo que Juan pasó desterrado en la isla, fueron 18
meses,[2] que abarcaron del año 94 hasta el año 96, después de este
tiempo fue puesto en libertad y vivió hasta el reinado de Trajano que
comenzó en el 98 D. C. Henry H. Halley comenta acerca de Patmos:
“Isla que debe su fama a su preso”[3] y yo agregaría: al preso más
famoso de ese tiempo.
Probablemente hoy día la isla sea una simple atracción turística,
sin embargo para los creyentes del primer siglo, es posible que les
servia para recordar los amargos momentos que Juan pasó ahí. Hoy
día a nosotros Patmos nos sirve como testigo mudo de la revelación
de uno de los libros más enigmáticos y controversiales de toda la
historia.
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