- El Néguev del Norte, con 30 cms. de lluvia al año, se llama la zona "mediterránea" y tiene un suelo bastante fértil.
Israel se ha convertido en un líder mundial en el tema de combatir el desierto y evitar la desertificación de tierras fértiles. A través de responsables programas de conservación de agua y tierra, las técnicas israelíes se han convertido en modelos de manejo sostenible de la tierra a nivel internacional.
Fue Ben Gurión quien dijo: "Es en el Néguev que la creatividad y el vigor de los pioneros de Israel serán puestos a prueba." Ben Gurión hizo del Néguev su hogar cuando fue a vivir al kibutz Sde-Boker. Hoy en día, la casita donde vivía es un museo.
Por siglos la zona ha sido hogar de beduinos, quienes han ido gradualmente abandonando su estilo de vida nómade y se han asentado en residencias permanentes. Los orígenes de las tribus beduinas del Néguev y el Sinaí se remontan a la Península Arábica, entre los siglos XIV y XVII. Según las tradiciones beduinas y la evidencia histórica, estos ancestros tribales llegaron al Néguev por tres razones fundamentales. Algunas tribus, como las de Masaíd, Suwarka, Tyaha y Ugbi, vinieron en busca de mejores pasturas. Otras, como las de Tarabín, Muwaytat y Ahaywat, vinieron en busca de ganancias obtenidas del transporte y la protección de los peregrinos musulmanes que iban a la Meca, de Suez a Aqaba. Muchas tribus, tales como las de Ayada, Dhullam y Muzayna, llegaron huyendo de venganzas de sangre, a menudo en pequeños clanes e incluso individualmente. Entre otros, los pueblos beduinos del Néguev incluyen Rahat y Tel Sheva.
El Néguev tiene atracciones culturales y geológicas interesantes, entre ellas tres "majteshim" que son únicos en la región. Majtesh es una palabra he-brea que describe un gran cráter. Los majteshim se forman cuando el agua se filtra en la cima de una montaña grande, la erosiona desde dentro y crea un gran lago. A medida que aumenta el nivel de agua, aumenta la erosión, hasta que la cima de la montaña se derrumba hacia adentro, creando un gran lago con gran cantidad de detrito en su fondo.
El Néguev del este contiene dos de las ciudades más grandes de la región: la principal es Arad, una ciudad en desarrollo que es parada conveniente para los visitantes al Mar Muerto y Masada. Esta ciudad es además famosa por su pulcritud y el aire seco la hace excelente para quienes sufren de asma y alergias.
Cerca de Arad está Tel Arad, lugar de una ciudad bíblica que fue uno de los primeros asentamientos urbanos conocidos. Más al sur, camino a Eilat, está Dimona, un pueblo establecido en la década de 1950 para ayudar a absorber a los judíos inmigrantes. Originalmente considerada demasiado alejada y su clima demasiado desagradable para un asentamiento de alta escala, el pueblo ha ido creciendo y se ha convertido en una comunidad próspera de más de 20,000 habitantes. Es principalmente conocido, tal vez, como el lugar de emplazamiento del programa de investigación nuclear de Israel. Además, Dimona es conocida como el hogar de los judíos negros, una secta originaria de Chicago que se instaló allí.
Más allá de Dimona está Mamshit, uno de los pueblos nabateos mejor conservados. Fue fundado en el siglo I, probablemente el último de los cinco pueblos que construyeron los nabateos a lo largo del camino entre su capital en Petra y la costa. Por muchos años, antes del 200 A.C., los nabateos habían ido emigrando lentamente de su tierra natal en Arabia hacia el Néguev. Y así, los nabateos, como las tribus antes y después de ellos, comenzaron poco a poco a salir del Desierto de Arabia e internarse en las regiones del Sinaí y el Néguev.
Diodoro nos cuenta que ya en el año 250 A.C., aldeas nabateas habían aparecido sobre las orillas del Mar Rojo y en oasis importantes en el desierto. Estos pequeños asentamientos crece-rían con el tiempo y se convertirían en importantes ciudades de intercambio comercial situadas a lo largo
Mamshit fue anexado por los romanos en el año 106 D.C. y el nombre del pueblo se cambió a Memfis. El pueblo creció durante varios siglos hasta que fue abandonado des-pués de la conquista musulmana en el 636. Durante la era bizantina, se construyeron tres iglesias; restos de algunos de los mosaicos se pueden apreciar aún, así como partes de las murallas de la ciudad romana. En una habitación, los arqueólogos encontraron una jarra de bronce con monedas de plata de los siglos I y II. Otros asentamientos nabateos son Avdat y Shivta. El Valle de la Aravá forma parte de la frontera entre Israel, al oeste, y Jordania, al este. El kibutz más antiguo en la Aravá es Yotvetá, fundado en 1957. Su nombre proviene de un pueblo antiguo de la Aravá que se menciona una vez en la Biblia. El Kibutz Lotán, uno de los más nuevos de Israel, tiene un centro de observación de pájaros.
En la antigüedad, la Aravá estaba más poblada que hoy en día. En los tiempos bíblicos el área era un centro de producción de cobre. El rey Salomón aparentemente tenía minas allí (Parque Nacional de Timna). Pasado y presente del desierto
El Néguev posee importantes rasgos de tipo geológico y cultural. Respecto al aspecto geológico, se trata en muchos aspectos de un lugar inhóspito, con temperaturas muy altas, presencia de páramos pizarrosos, cañadas y cañones arrasados por la erosión.
Sus recursos minerales son escasos, si bien destaca la existencia de filones de cobre y muestras de petróleo.
Desde el punto de vista histórico, la inhospitalidad de la zona ha disuadido a la mayor parte de las culturas de explotar este territorio. Sin embargo, existen evidencias de ocupación durante el período nabateo (siglo III a.c.-siglo I), como son los restos de las ciudades nabateas de Avdat, Shivta, Kurnub y la capital nabatea, Petra (Jordania). También destaca la posterior influencia romana y luego bizantina en esta región. David Ben-Gurión vio en el desarrollo del Néguev, una de las claves del futuro económico y demográfico de Israel, y pasó sus últimos años en Sdé-Boker, en el Néguev septentrional, en donde murió y está sepultado.
Según la Biblia, en el Néguev se encontraban los yermos de Zin (Números 34:3), mientras que en el Sinaí se localizaban los yermos de Parán (Génesis 21:2)
La ciudad de Beer Sheva fue destruida por el rey Senaquerib de Asiria durante su campaña contra Judea en el año 701 a.c. Durante el siglo VII a.c. existió un pequeño asentamiento en el lugar, de pobre y dispersa construcción. Concluyó cuando los babilonios conquistaron el reino de Judea en 587 a.c.
Los últimos pobladores de Beer Sheva fueron los bizantinos, que la abandonaron en el Siglo VII. Los turcos otomanos que controlaron Israel desde el Siglo XVI solamente le prestaron su interés a Beer Sheva hasta finales del Siglo XIX. A comienzos de dicho siglo, la ciudad fue de interés de los europeos y de los beduinos que vivían cerca.
Los otomanos construyeron una estación policial en la ciudad a finales del Siglo XIX para proteger a la población beduina. Ello atrajo a que se establez-can pequeños asentamientos al este de la ciudad de grupos de Beduinos que deseaban abandonar su vida nómada y algunos árabes de Hebrón, Gaza y otras ciudades menos importantes. Los Otomanos planificaron y cons-truyeron una ciudad con calles rectas y edificios pequeños hechos con materiales locales (muchas de dichas cons-trucciones se encuentran actualmente sin reparación y no en muy buen estado). Los Otomanos también construyeron la estación de tren y un tren hasta las localidades de Ashkelon y Gaza.
Durante el período del Mandato Británico de Palestina, Beer Sheva se convirtió en un pequeño centro admi-nistrativo, con policía local y corte judicial, donde la mayoría de trabajadores para los británicos eran vecinos de la ciudad. Acorde al Plan de Partición de Palestina realizado por la ONU en 1947, Beer Sheva fue destinada a ser parte de la entidad árabe. El 21 de octubre de 1948, como parte de la Operación Yoav en la Guerra de Independencia de 1948, el ejército Israelí capturó Beer Sheva.
Beer Sheva se expandió considerablemente después de la fundación del Estado de Israel en 1948. Está rodeada por varias ciudades satélite: Omer, Lehavim y Meitar son judías, mientras que entre las poblaciones beduinas destacan Rahat, Tel-Sheva y Laqiya.
En la Ciudad Vieja podemos encontrar memorables edificios del tiempo del Imperio Otomano, habiendo sido reparados algunos de ellos por la Municipalidad. Algunas organizaciones privadas son dueñas de dichos edificios y los mantienen, pero otros aún están en ruinas, existiendo planes para su refacción.
Beer Sheva es el punto de partida de algunos de los más excitantes paseos que el visi-tante puede efectuar en el país: Masada, Sodoma, el Mar Muerto, Ein Gedi y los restos de Avdat y Shivta.
La ciudad, además, acoge la Universidad Ben-Gurión del Néguev, el hospital Soroka y la Orquesta Filarmónica local.
♦ El Pozo de Abraham, ubicado en el camino a Hebrón, el cual se cree que fue excavado por Abraham cuando hizo su pacto con Avimelej.
♦ El Museo e Instituto Biológico, ubicado en Beit Iatziv, sobre la calle Haatzmaut, dedicado principalmente al estudio de la vida animal y vegetal en condiciones desérticas.
♦ El Cementerio de Guerra Británico ubicado en la calle Haatzmaut, que sirve como recuerdo de los soldados que cayeron por la ciudad de Beer Sheva, la primera ciudad capturada por los británicos a los turcos en la Primera Guerra Mundial.
♦ El Museo Municipal, ubicado dentro del edificio que era una mezquita. Su amplio rango de exhibiciones ilustra gráficamente la historia de Beer Sheva y la región circundante desde el período calcolítico hasta el presente. Su minarete brinda una hermosa vista de la ciudad y sus alrededores.
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